¿Qué y quiénes están realmente detrás de las protestas masivas de los agricultores y ganaderos españoles? Antonio Gómez Olmos, periodista agroalimentario

TRACTORADA

¿Qué y quiénes están realmente detrás de las protestas masivas de los agricultores y ganaderos españoles?

En principio, la respuesta puede parecer sencilla: organizaciones agrarias y/o partidos políticos de cualquier color y/o plataformas recién creadas. No, es todavía más terrenal.

Son, simplemente, ciudadanos y ciudadanas del medio rural que ven cómo pierden poder adquisitivo, que ven cómo viven del campo peor que sus padres y no ven futuro para sus hijos.

Agricultores que perciben cómo sus cosechas se secan por falta de agua mientras el Gobierno está centrado en exclusiva en sacar adelante la Ley de Amnistía y cuestiones similares.

Autónomos del sector primario sangrados a impuestos mientras sienten cómo se reparten su dinero “los de la ciudad”.

Agricultores hartos de ver cómo sus patatas, tomates o limones multiplican sus precios enormemente en destino sin recibir un pago acorde por ellos y sin cumplirse la Ley de la Cadena Alimentaria.

Productores que consideran que el nivel de exigencia de la PAC aumenta mientras ven como productos de terceros países inundan los supermercados, a precios más bajos y con peor calidad y a los que desde Aduanas no revisan su salubridad, ni si sus recolectores perciben un salario mínimo o son menores semi esclavizados.

Agricultores que cobran la uva o el cereal o los cítricos a precios de hace treinta años mientras suben los costes de todo (energía, combustible, fitosanitarios, sueldos, servicios…).

Regantes que sufren cómo presidentes autonómicos y representante políticos se enzarzan en discusiones inútiles sin afrontar la política hidráulica española con inversiones, altura de miras y conceptos técnicos.

Productores castigados por declaraciones de iluminados ‘salvaplanetas’ que ahora dicen que consumir carne es malo; ahora que el vino es una droga; ahora que comamos mosquitos; ahora que…

En definitiva, buenas gentes del campo hartos de ayudas ‘parche’ en lugar de soluciones definitivas; hartos de que la sociedad no respete ni valore su trabajo y les culpe sin conocimiento del cambio climático; hartos de interesar a las formaciones políticas solo cuando hay votos de por medio; hartos de ser vilipendiados habitualmente en los grandes medios de comunicación nacionales; hartos del ecologismo radical que se está apoderando de la mayoría de administraciones españolas, que valora a los lobos por encima de ovejas y terneros o a los conejos por encima de cosechas y hartos de que a sus pueblos los devore la despoblación, cierren bares, bancos y los hijos y nietos tengan que partir por falta de oportunidades laborales mientras desde Madrid o Bruselas les pinten un futuro muy verde, con una economía basada en el turismo rural o las actividades sostenibles.

Antonio Gómez Olmos, periodista agroalimentario

 

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