UPA Castilla y León denuncia las cotizaciones del cereal actuales en las lonjas de la región, que reflejan el comportamiento “impúdico” de intermediarios, almacenistas y operadores comerciales creando tendencias entre los agricultores de la región para que estos vendan “a precios irrisorios y ruinosos”.
Desde la organización agraria rechazan el nivel máximo de especulación que sufre el sector cerealista a día de hoy, con referencias en las lonjas de la región, como la de Salamanca, con precios para la cebada de 182 euros/tn, mientras que en la de Lérida cotiza a 200 euros/tn y en la de Barcelona 197 euros/tn.
Estos precios, aún estando muy por debajo de los costes de producción, son muy superiores a los del mercado interior.
Dejar de cotizar
Ante esta situación, UPA CyL, exige a las lonjas de la región que dejen de cotizar si el precio de referencia no se sitúa al menos al nivel de precio del producto en puerto más el precio del transporte y costes financieros de la operación.
“Es lamentable que los mismos compradores que acopian mercancía en puerto paguen allí un mayor precio al que pagan a los agricultores en los pueblos de esta región, teniendo en cuenta además la infinita mejor calidad del cereal de nuestros campos”, afirman.
Contingentes de cereal
UPA además exige a las autoridades competentes europeas y nacionales que se marquen unos contingentes para que no entre en los puertos nacionales más cereal importado del necesario.
España requiere en torno al 40 % del consumo interno de cereal, y no más en una campaña como ésta con previsiones de buena cosecha en nuestro país.
Finalmente, la organización reclama al resto de representantes del sector que se sientan en las distintas lonjas de la región que se sumen a este posicionamiento firme de exigir que el cereal de interior tenga el valor del cereal llegado a puerto más la estimación de los costes financieros y de logística del grano que se transporta desde la periferia y que llega al interior.
UPA CyL avanza que no va a parar en denunciar cuantas veces sea necesario estos comportamientos que “tienen que ser investigados por las autoridades competentes porque inducen operaciones y pagos muy por debajo de los costes de producción”, lo que está terminantemente prohibido por la Ley de Cadena Alimentaria.
Señalan que años buenos, como éste, a nivel de producción no abundan, “y no puede ser que operadores comerciales sin escrúpulos desde sus coches o despachos, y a modo de sanguijuelas, pretendan enriquecerse a costa del esfuerzo, sacrificio y buen hacer de los agricultores”.