El presidente regional, Emiliano García-Page, ha anunciado hoy que el nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha va a asegurar “con el mayor rango constitucional” las necesidades mínimas de agua para la región, de igual manera que ya lo hacen otros estatutos autonómicos que establecen reservas específicas para sus cuencas “y que no han sido recurridos al Tribunal Constitucional ni siquiera por el Partido Popular”. Por lo tanto, ha añadido, “cuando las planteemos aquí deberían ser unánimes”.
A preguntas de los medios sobre el pacto de consenso relativo al agua, García-Page ha hecho un llamamiento al partido de la oposición y a su presidenta, Maria Dolores de Cospedal, para “reestablecer los acuerdos que en su día hicimos cuando hablamos del Estatuto autonómico”, con el objetivo de revertir la situación de “auténtica traición a los interese de la Comunidad Autónoma” que están sufriendo las cuencas hidrográficas de la región.
“En Castilla-La Mancha hemos visto cómo el anterior Gobierno regional se ha puesto más al servicio de los intereses del agua en Levante que a los intereses de la región -ha lamentado García-Page-, y quiero darle a Cospedal y a su partido la oportunidad de regresar al consenso y a la unanimidad política y social de la región, y hacerlo sobre la base de lo que ya firmamos en su día”.