Representantes de ASAJA Castilla-La Mancha se han reunido con el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, para trabajar en un sistema de trazabilidad para que los productos que salgan de las explotaciones vayan acompañados de un documento específico que indique el lugar de origen y destino para detectar la mercancía robada y evitar los robos en el campo. Una propuesta que ha sido muy bien acogida por el Delegado, pues “las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contarían con una herramienta para distinguir las mercancías que han sido sustraídas, además de ofrecer la posibilidad de conocer la procedencia de nuestros productos”.
Durante la reunión, el secretario general de ASAJA Castilla-La Mancha, José María Fresneda, ha denunciado el fraude que se está cometiendo en el comercio de la uva, y que afecta a otros productos agroalimentarios como ajo, aceituna, almendra o incluso ganado.
Fresneda ha afirmado que desde la organización agraria se ha detectado que se está introduciendo uva de manera ilegal en Castilla-La Mancha desde otras Comunidades Autónomas. Ante esta situación ha demandado controles al transporte o a las hectáreas de producción.
Entre los productores de uva de la región corre el rumor de que podría estar llegando a Castilla-La Mancha uvas procedentes de regiones de la mitad norte peninsular a bodegas de localidades de La Mancha.
Finalmente, el dirigente agrario ha exigido a las administraciones públicas una guía de trazabilidad ante la falta de normativa europea y nacional.
