Más de 250 personas (sobre una población que no llega a 1.000 personas) se concentraron este fin de semana en la localidad conquense de Priego, convocados por la Plataforma Stop Macrogranjas Pueblos Vivos.
Vecinos de todas las edades se concentraron a las 13.00 horas del domingo en la plaza del Mercado. Con pitos, máscaras y pancartas rechazaron la ampliación de una macrogranja existente y la construcción de una nueva. Así mismo, pidieron que el Ayuntamiento dé un giro en su postura y deje de apoyar a estas industrias ganaderas.
Para Carlos Gómez, portavoz de la Plataforma: “El mensaje de los vecinos no puede ser más rotundo: Priego no quiere las macrogranjas porcinas. Ahora está en las manos del Ayuntamiento no hacer oídos sordos a este clamor popular y denegar las licencias municipales.”
Las alegaciones presentadas este lunes por la Plataforma resaltan, entre otras cosas, la presencia de un yacimiento del Calcolítico en los terrenos previstos para la instalación de la segunda macrogranja.
Así mismo, los vecinos de Priego, también han depositado numerosas alegaciones. Aunque cada vecino ha hecho la entrega de forma individual, se estima en más de 200 las registradas en el Ayuntamiento de Priego.
Si se llegan a construir las macrogranjas proyectadas, serían casi 14.000 plazas de porcino, al menos, 28.000 cerdos criados cada año, con un consumo de agua de 43 millones de litros, apuntan desde la Plataforma.
La producción anual de purines sería de casi 30 millones de litros. Una cantidad que se debería extender por 622 hectáreas de terrenos agrícolas, provocando malos olores y el riesgo de contaminación de los acuíferos, con el agravante de que no existe ningún protocolo de control sobre el lugar en el que se depositarán dichos purines, añaden.
Estas instalaciones no generan empleo, cada macrogranja solo precisa de un operario. Sin embargo, los malos olores podrían ahuyentar a los visitantes con lo que las instalaciones relacionadas con el turismo podrían ver mermada su afluencia de turistas y por tanto la pérdida de puestos de trabajo, lamentan desde la Plataforma Stop Macrogranjas Pueblos Vivos.
