Según ha podido conocer agroclm.com, la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) va a proponer a las Comunidades de Usuarios del antiguo Acuífero 23 reducir el Plan de Extracciones de agua para regadío de 2.000 metros cúbicos a 1.800, en el caso de los cultivos herbáceos, y mantener la dotación de 1.500 para leñosos. En cuanto al riego por tablas no sufriría cambios respecto a la última campaña.
A lo largo de esta semana, representantes de la CHG se van a reunir con miembros de las Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas de las Masas de Aguas para trasladarles esta propuesta.
En este sentido, desde la Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) Ciudad Real han dirigido sendos escritos a la Directora General del Agua del Ministerio de Agricultura, Liana Ardiles, y al presidente de la Confederación, José Martínez, solicitando que se prorrogue para la campaña 2018 el actual Plan de Extracciones para riegos en la zona del Alto Guadiana, como ha venido sucediendo en los últimos años, que se sitúan en 1.500 metros cúbicos para cultivos leñosos y 2.000 para herbáceos.
En el escrito, ASAJA destaca que gracias al esfuerzo de agricultores y regantes en los últimos 25 años, las aguas subterráneas pueden paliar la situación de sequía actual, ya que estos regantes sólo han utilizado aproximadamente el 50% de los derechos de agua que les corresponden. Este hecho es el más significativo de cuantos se han producido a favor del medio ambiente y de la recuperación parcial del déficit hídrico que en el año 1995 (coincidiendo con otra gran sequía) llegó a ser de 3.000 hectómetros cúbicos, según datos de la CHG, indican desde la organización agraria.
Entre las razones esgrimidas están que “los niveles actuales distan mucho de ser alarmantes, al estar muy por encima de los de campañas pasadas en las que se mantuvieron las dotaciones para riego. Además, en años en los que el Acuífero 23 incluso alivió agua se mantuvieron unas dotaciones que suponen una pérdida para los regantes del 50% del agua a la que tienen derecho”.
ASAJA advierte de que con las dotaciones actuales, cualquier restricción de agua contemplada en el Plan de Extracciones supondría “un grave perjuicio económico para los agricultores de la zona, así como para las localidades afectadas, donde el sector agrario tiene una gran importancia socioeconómica”.
Y en esta misma línea están los representantes de las diversas Comunidades de Usuarios.
