Rechazan la instalación de una macrogranja de pavos en Guadalajara

Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones a un proyecto que se ubicaría en Cañizar, con capacidad para producir más de 40.000 aves al año

Ecologistas en Acción de Guadalajara ha presentado alegaciones al proyecto de macrogranja para cría y engorde de pavos que pretende ubicarse en Cañizar (Guadalajara), calificándola de “modelo de avicultura intensiva con graves impactos ambientales y sociales”. La generación de estiércol, consumo de agua y emisiones de gases de efecto invernadero y amoniaco, son los principales impactos, unido a las molestias a los vecinos y posible afección a otras actividades económicas, lamentan los ecologistas.

Las alegaciones presentadas por la organización en la Dirección Provincial de Agricultura y Medio Ambiente se han centrado en criticar el documento ambiental presentado por el promotor, carente de algunos de los requisitos mínimos exigidos por la Ley 4/2007 de Evaluación de Castilla-La Mancha, como presentar al menos dos alternativas, descripción del medio o planos detallados. Además, Ecologistas en Acción de Guadalajara ha detectado omisiones de informaciones imprescindibles para poder analizar y evaluar el proyecto, como no presentar un calendario de vertido de estiércol, el consumo de agua anual, el insumo de antibióticos e insecticidas, los datos de generación de amoniaco y otros gases procedentes del estiércol, además de falsear la distancia mínima a casco urbano.

La macrogranja se sitúa a 1.300 metros de Cañizar; a 1.700 de la Urbanización Arcipestre de Hita; a 1.900 de Torre del Burgo y a 2.000 de Rebollosa de Hita.

La macrogranja, con capacidad para 15.000 animales, pretende producir más de 40.000 pavos al año en una nave de 2.100 metros cuadrados, y serán gestionados a través de una empresa integradora que proveerá de pavitos, pienso, servicio veterinario, transporte y comercialización de los animales engordados. Solo necesitará un puesto de trabajo, el propio promotor, indican desde EA.

Desde Ecologistas en Acción de Guadalajara vuelven a mostrarse contrarios a este sistema de producción, la cría y engorde de manera intensiva, “donde animales hacinados en poco espacio, son alimentados sin descanso, atiborrados a antibióticos, acelerando el proceso de crecimiento normal de los animales, para sacar cerca de tres producciones anuales”.

“Este modelo perjudica gravemente el desarrollo sostenible de los pueblos de la provincia y es una práctica que conlleva varios impactos ambientales y sociales con repercusiones negativas para el medio natural y socioeconómico”, concluyen.

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