Ecologistas pide paralización «inmediata» de captura nutrias en entorno piscifactoría Uña

Pide así mismo, que las actuaciones que se realicen en el Parque Natural, no se hagan con un objetivo “meramente economicista”

Desde Ecologistas en Acción de Cuenca ha pedido que se paralice “de forma inmediata” la captura y traslado de nutrias del entorno de la piscifactoría de Uña. Pide así mismo, que las actuaciones que se realicen en el Parque Natural, no se hagan con un objetivo “meramente economicista”, y menos aún, inciden, cuando, “como es el caso, la función principal parece ser para una actividad recreativa”. La gestión del Parque Natural debe ser, defienden desde Ecologistas en Acción, “la de velar por la sostenibilidad de los valores que le dan el carácter de figura de protección, y uno de los objetivos fundamentales es la protección de especies que, como la nutria, son los representativos del medio que se pretende preservar”.

La nutria es una de las especies amenazadas más representativas del Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Sin embargo, denuncia Ecologistas, durante al menos dos años se ha estado capturando ejemplares sin autorización. Exigen por ello que se paralice la captura y traslado de ejemplares de esta especie del entorno del Rincón y la Laguna de Uña y, que se den explicaciones de los motivos, fundamentos legales, consecuencias de esta actuación y se depuren responsabilidades en su caso.

En otoño de 2017, Ecologistas en Acción de Cuenca tuvo conocimiento de que se habían estado capturando y trasladado ejemplares de Nutria Euroasiática (Lutra lutra) del entorno de la Laguna de Uña y el Rincón de Uña y que, este traslado se estaría llevando a cabo desde tiempo atrás.

Preocupados por conocer el motivo de la realización de capturas de una de las especies más emblemáticas y un entorno protegido, la organización ecologista ha pedido pedido reiteradamente información a los gestores del Parque Natural relativas a: el informe previo a la realización de las capturas, su justificación, los permisos necesarios según la normativa y las memorias anuales de esta actuación.

Para la organización ecologista, no solo es importante saber el motivo de las capturas y el número de individuos capturados, sino también el sexo, el estado reproductivo en el momento de la captura (capturar hembras en plena crianza condenaría a muerte a sus crías) y, el seguimiento y posible efecto en las poblaciones de destino (donde se pueden introducir enfermedades, y dependiendo del número de traslados, también desequilibrios poblacionales, alteraciones sociales, etc).

Lamentablemente, apuntan desde Ecologistas en Acción Cuenca, la respuesta ha tardado muchos meses en llegar y, mientras tanto, se han seguido realizando capturas y traslados de nutria. El informe finalmente proporcionado, está fechado en mayo de 2019 , por lo tanto, critican, “es posterior a la propia intervención, es muy incompleto e insuficiente para permitir una actuación como esta”.

Lo que se deduce de esta documentación, según la organización ecologista, es que en se han iniciado las capturas sin autorización previa como exige la Ley, extremo este que Ecologistas en Acción considera “muy grave” y “un mal precedente, puesto que es la administración que debe velar por la protección de la flora y la fauna la que podría estar incumpliendo dicha protección”.

Lo primero a ser valorado, según Ecologistas, debe ser la propia función de la Piscifactoría, “se trata de una herramienta que, en un principio, esta destinada a la repoblación de una especie autóctona (la trucha común),pero se ha convertido en un criadero de individuos, que son destinados a zonas de pesca deportiva que se capturan el mismo día de su suelta”.
A juicio de Ecologistas en Acción, además de los posibles efectos perniciosos sobre las poblaciones de nutrias del entorno de Uña “no olvidemos que las nutrias son, además, un animal social y con fuertes vínculos familiares”, apunta,, no se están valorando adecuadamente los posibles efectos sobre el entorno de destino de las Nutrias traslocadas, el del embalse de Buendía. “En muchas ocasiones, el traslado no natural de animales de una especie de unas poblaciones a otras, puede hacer que se trasladen también enfermedades contra las que la población de destino no está preparada, o simplemente que se desequilibre su composición poblacional, social y genética, con el efecto que estos desequilibrios pueden además tener, sobre los ecosistemas donde se introducen”, según denuncia la organización ecologista.

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