Cinco motivos saludables para brindar con vino estas Navidades

En estas fiestas el vino no puede faltar puesto que, con moderación, aporta importantes beneficios a la salud. Te lo cuentan cuatro reputados investigadores de nuestro país

Comidas y cenas con amigos y compañeros de trabajo, Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo. Ante todas estas celebraciones muchos investigadores de la salud recomiendan brindar con vino puesto que, con moderación, aporta importantes beneficios a la salud. Aquí ofrecen cinco motivos saludables para hacerlo:

1. En primer lugar, el vino tinto, además de su bajo contenido calórico, protege de enfermedades coronarias y de accidentes cerebrovasculares. Gracias a su contenido polifenólico, el vino tinto está asociado con la reducción de la obesidad y del colesterol LD (colesterol malo), así como con el aumento del HDL (colesterol bueno). Particularmente este tipo de bebida, gracias al resveratrol, reduce el riesgo de deterioro cognitivo y de demencia.

En este sentido, Fernando Cabrera Bueno, médico especialista en Cardiología en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, asegura que “el consumo moderado de vino, tal como define las Guías de Dieta Americanas (Dietary Guidelines for Americans 2105-2020) , tiene indudables efectos sobre la reducción de factores de riesgo cardiovascular y en la prevención de enfermedades cardiovasculares . Evidentemente no debemos obviar que en poblaciones concretas el consumo de alcohol es perjudicial, como es el caso de mujeres embarazadas, o pacientes con determinadas enfermedades, como aquellos con insuficiencia cardíaca o hepática”.

2. El resveratrol, un compuesto bioactivo característico del vino tinto, se ha asociado inversamente con la obesidad. La doctora Anna Tresserra, Investigadora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, asegura que el vino tinto es rico en flavonoles, antocianidinas, ácidos fenólicos y estilbenes, como el resveratrol, todos ellos compuestos bioactivos con efectos demostrados sobre la salud. Estudios científicos recientes muestran una relación inversa entre el consumo de bebidas y alimentos ricos en polifenoles y la obesidad, especialmente en el contexto de una dieta mediterránea.

3. Es posible reducir el riesgo de sufrir deterioro cognitivo y de demencia, mediado por la modulación de la microbiota intestinal. Un reciente meta-análisis de los resultados de diferentes publicaciones científicas ha permitido confirmar el interés de los polifenoles de la dieta como una nueva estrategia para modular el eje microbiota-intestino-cerebro. “Cada vez hay más evidencia científica del papel de los polifenoles de la dieta en la modulación de los trastornos intestinales crónicos, actuando a nivel intestinal donde alcanzan su mayor concentración en el organismo”, explica la doctora Mª José Motilva, investigadora científica CSIC.

4. En este sentido, el grupo de investigación de Neuroquímica de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha demostrado que el resveratrol, molécula presente en algunos alimentos como la uva tinta, podría tener un efecto neuroprotector frente a enfermedades neurodegenerativas, como la de Alzhéimer. Una de las autoras del estudio, Mairena Martín, Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Castilla-La Mancha, explica que “el vino tinto es rico en moléculas con efecto antioxidante, entre ellas, polifenoles entre los que se encuentra el resveratrol”. Además, revela que estas moléculas “disminuyen, e incluso bloquean, el estrés oxidativo que está relacionado con muchas patologías, como las cardiovasculares, las neurodegenerativas o el cáncer”.

5. El vino no contiene productos glucídicos asimilables por el hombre, por lo tanto, no produce alteración sobre el equilibrio metabólico de un paciente diabético. En este sentido, la doctora Tresserra asegura que “estudios experimentales en animales apuntan que los polifenoles del vino pueden tener un efecto beneficioso sobre la glucemia ya que inhiben la absorción de glucosa en el intestino y aumentan la sensibilidad a la insulina en el músculo y el hígado. Algunos estudios en humanos confirman estos resultados.
Por todos estos motivos, el vino, siempre consumido con moderación e incluido en la Dieta Mediterránea, es el perfecto alimento a incorporar en nuestras celebraciones navideñas.

De izquierda a derecha: Dr. Fernando Cabrera, Dra. María José Motilva, Dra. Anna Tresserra, Dra. Mairena Martín
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