¿Cómo rentabilizar los purines de las granjas?

La valorización del purín, una solución económicamente muy interesante y beneficiosa para el medio ambiente

El valor de los fertilizantes del purín de muchas granjas de porcino supera los 60.000 euros anuales. La valorización del purín es un proceso por el cual los agricultores y ganaderos pueden aprovechar y generar el máximo beneficio a partir de los fertilizantes presentes en el purín de las granjas y además minimizar su impacto medio ambiental haciéndolo compatible con la preservación de la flora y fauna y el medio hidrogeológico (acuíferos y cauces).

El purín no es más que las heces y orines del ganado que se produce de forma natural por la digestión y metabolismo de los animales de forma análoga a la de los humanos. Las diversas normativas prohíben su vertido directo a la red de alcantarillado (como hacen los humanos) y se deben de acumular en las granjas y explotaciones en fosas hasta que se les dé un uso o tratamiento.

El principal problema que tiene el purín es su alto contenido en agua (incluso un 97% en algún tipo de ganado) lo que hace que su transporte y tratamiento sea muy caro ya que prácticamente solo se transporta o trata agua (que tiene poco valor).

Técnicamente es posible la utilización de purín para producción de electricidad (produciendo biogás) o para la elaboración de fertilizantes sólidos (mediante el compostaje) pero económicamente a día de hoy no son viables ya que la retirada del agua sobrante, depurada a un nivel que permita su vertido directo al medio es un proceso muy caro que absorbe el posible beneficio económico e incluso energético del proceso e incluso lo multiplica por 10 o más.

Así pues, casi la única solución para deshacerse del purín que se produce en las explotaciones ganaderas es su utilización como abono para las explotaciones agrícolas cercanas. ¿Por qué cercanas?, porque como se ha dicho el purín es casi solo agua y su transporte es muy caro por eso hay que tratar por todos los medios de hacer que la utilización y valoración del purín ser realice en la propia fosa de la granja y se aplique lo más cerca de la misma granja.

La valorización del purín es un proceso tecnológico por el que se pasa de un subproducto ganadero de escaso valor a un fertilizante homogéneo de composición conocida. El purín valorizado se aplica en dosis controladas en función de las necesidades del cultivo, optimizando su uso como fertilizante, disminuyendo el impacto sobre las personas (olores) y propiciando un uso compatible con el medio ambiente.

El valor económico que puede llegar a tener el purín, si su uso es como fertilizante agrícola su valor económico se puede estimar como el precio de adquisición de los fertilizantes que forman parte de su composición cuyo valor es ligeramente superior a 15.000 euros por cada 1.000 plazas de cerdo de cebo al año.

Pero para poder llegar a obtener el valor se debe de pasar las cinco fases de la valorización del purín, que se describen a continuación:

1º Homogenización, que se debe de realizar mediante batidores de turbina o hidráulicos.

2º Análisis del purín, que va a indicar de forma clara la composición del mismo.

3º Planificación, que tiene dos vertientes la administrativa (las administraciones van a poner una serie de normas y límites a la aplicación de purín en campo en cuanto a dosis, fechas de aplicación, etc.) y la agronómica, y es que depende del cultivo y de la época del año las necesidades del purín serán distintas y para optimizar su utilización y valorización se deberá ajustar a la época y dosis que requiera la planta en cada momento.

4º Aplicación. Tras la prohibición por el decreto 987/2017 de los tradicionales sistemas de plato o abanico se debe realizar mediante aplicadores adaptados a cada cisterna.

5º Higienización. La ganadería intensiva moderna necesita unos altos niveles de bioseguridad para poder ser sostenible. Las cisternas y camiones podrían actuar como vectores de enfermedades animales entre las distintas granjas, es por eso que para una correcta valorización del purín su impacto sobre la sanidad de la granja debe ser mínimo, por eso se recomienda limpiar e higienizar la cisterna cada vez que se cambie de explotación ganadera, para evitar problemas sanitarios.

En definitiva, la valorización del purín es un proceso que no es ni mucho menos sencillo, pero con la ayuda de la tecnología el agricultor y el ganadero pueden llegar a obtener unos ingresos extra a partir de lo que hasta ahora se había considerado un residuo, ayudando a mejorar la cuenta de resultado de su explotación.

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