Esta semana terminaban los plazos para la presentación de las tres líneas de ayuda para el sector vitivinícola tras el COVID-19. En concreto, las de destilación de crisis; almacenamiento de vino y cosecha en verde.
En Castilla-La Mancha, principal región productora de uva de España, estas medidas han tenido diferente repercusión.
Destilación de crisis
En cuanto a la destilación de crisis se han presentado solicitudes para 2.189.997 hectolitros, de ellos, 336.182 con Denominación de Origen Protegida. A nivel nacional la subvención se eleva a 2.967.293 hectolitros, de ellos, 717.899 con DOP.
Cosecha en verde
En cuanto a la cosecha en verde, en Castilla-La Mancha se han presentado 382 solicitudes, para 2.703 hectáreas. Por provincias destaca Albacete, con 130 solicitudes para 895 hectáreas. Le siguen Ciudad Real, con 128 para 1.329 ha, y un importe de ayuda de 2,25 millones; Cuenca, con 72 solicitudes para 224 hectáreas y Toledo, con 52 solicitudes y 255 ha. En total, alcanzan una subvención de 4,54 millones de euros.
Almacenamiento de vino
Respecto al almacenamiento de vino, lo encabeza la provincia de Ciudad Real, con 12 solicitudes para 530.909 hectolitros, seguida de Toledo, 9 solicitudes y 75.630 hl; Albacete, con 5 solicitudes para 71.841 hectolitros; y Cuenca, con 4 solicitudes para 39.865 hectolitros. En totas, 718.246 hectolitros.
