La Guardia Civil, en el marco de la Operación Cuino, ha detenido a los cinco integrantes de un grupo criminal que cometía sus robos en explotaciones ganaderas del sur de la provincia de Toledo. Con esta actuación se ha recuperado 5.000 kilos de material robado que había sido entregado en un centro de recuperación de metales de la provincia.
Uno de los datos más relevantes de esta operación policial es que entre los cinco detenidos de este grupo criminal, cuatro hombres y una mujer, con edades comprendidas entre los 20 y los 36 años, todos residentes en la comarca toledana de La Sagra, suman 135 detenciones por la Guardia Civil por casi 900 hechos delictivos.
Agricultores y ganaderos, indignados
Esta circunstancia ha motivado numerosos comentarios en las redes sociales, principalmente de agricultores y ganaderos que no entienden como con ese historial delictivo no se encuentren privados de libertad. Muchos de ellos manifiestan que es “intolerable” que este tipo de delincuentes que tantos perjuicios causan al sector agropecuario tras ser detenidos “entren por una puerta y salgan por la otra”.
Multireincidencia
Cabe recordar que organizaciones agrarias, como ASAJA, exigieron hace unos años al Gobierno de España un plan contra los robos en el campo, así como que el código penal contemplase la multireincidencia para este tipo de delitos, para evitar, precisamente, que los delincuentes evadieran ingresar en prisión.
Ante tal petición, en 2013 el Ministerio de Interior creo los denominados ‘Equipos Roca’, unidades específicas de la Guardia Civil para la lucha contra el robo en el campo, con el objetivo prevenir de los robos en instalaciones agrícolas y ganaderas en las zonas rurales.
