Fuentes de calefacción alternativas para mitigar la subida de la luz

chimenea

La preocupación por el medio ambiente y el aumento de los costes energéticos hacen que muchos propietarios de viviendas se planteen fuentes de calefacción alternativas. Las calefacciones geotérmicas, solares, de pellets y de mampostería pueden proporcionar una fuente de calor primaria o una complementaria para aliviar el coste de funcionamiento de un sistema de gas, aceite o electricidad.

Geotermia

Las bombas de calor geotérmicas utilizan la temperatura del subsuelo para calentar e incluso enfriar las viviendas. Los tamaños y precios de las bombas varían en función del tamaño del edificio que se desea calentar. Por sus características, el precio de la implantación de este tipo de calefacciones puede ser bastante alto, pero los expertos estiman que esos costes pueden recuperarse en forma de ahorro en la factura de la luz tras un plazo de cinco a diez años.

Se trata de un tipo de caldera muy eficiente que aprovecha la energía procedente de propia tierra. Sin entrar en muchos detalles técnicos, básicamente se trata de aprovechar la diferencia de temperatura del interior y la superficie del planeta por medios físicos, lo que la hace una forma de generar energía 100% sostenible y ecológica, tal y como son la eólica o hidroeléctrica, por ejemplo.

Calefacción solar

Hay dos tipos de calefacción solar: activa y pasiva. La calefacción solar activa aprovecha la energía del sol para calentar líquido o aire en colectores instalados en el exterior de la vivienda, a menudo en el tejado. A continuación, transfiere el calor a la vivienda mediante un sistema de aire forzado, o de forma radiante a través del suelo, los zócalos o los radiadores.

Los sistemas de calefacción solar activa pueden funcionar incluso en climas fríos, siempre que haya suficiente luz solar. Para que sean más eficaces, la instalación de placas solares debe hacerse orientada al sur. El tamaño y el coste del sistema dependerán de varios factores, como el tamaño de la casa y la cantidad de luz solar que reciba.

Por otro lado, la calefacción solar pasiva, que es un tipo de aprovechamiento energético algo más desconocido, recoge el calor del sol a través de las ventanas y lo retiene y libera a través de los materiales que almacenan el calor en la casa. Un aislamiento adecuado también es importante para que la calefacción solar pasiva sea eficaz.

Calderas y estufas de pellets

Las estufas de pellets queman residuos agrícolas, serrín y otros materiales orgánicos para producir calor. Suelen costar entre 1.500 y 2.500 euros. Dependiendo del tamaño, pueden contener entre 15 y 60 kilos de combustible en forma de pellets. Un saco de pellets de 15 Kg. cuesta aproximadamente entre 3 y 4 euros.

Al elegir una estufa o caldera con combustión de pellets, es importante adquirir uno del tamaño adecuado para el espacio que se quiere calentar. Como regla general es recomendable una estufa de 8 Kw para una casa de 80 metros cuadrados, es decir 1 Kw por cada 10 metros cuadrados de espacio a calentar.

Calentadores de mampostería

Las estufas de mampostería que también se conocen como estufas rusas no son demasiado comunes en España, pero no por eso dejan de ser aconsejables.

Cuentan con una estructura sólida, por ejemplo, de ladrillos, que es capaz de retener una gran cantidad de calor y irradiarla poco a poco sobre una gran superficie, por lo que son ideales, sobre todo, para viviendas muy grandes.

En el lado negativo también está su precio, que puede oscilar entre 10.000 y 20.000 euros, junto con un consumo de combustible superior a otros tipos de calefacción si no se emplea adecuadamente.

Como has podido comprobar, existen soluciones eficaces para ahorrar en el consumo de energía eligiendo sistemas alternativos de calefacción. Y hay uno adecuado para cada necesidad de espacio y ubicación. Simplemente hay que consultar con un experto energético y empezar a ahorrar en tus facturas mes a mes.

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