Vicente Marqueta, técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) de Guadalajara, ha realizado su análisis periódico del mercado de los cereales, que sigue, lógicamente, marcado por la situación en Ucrania.
Marqueta señala que los campos de cereales están bien presentados en España gracias a las lluvias, aunque las últimas heladas han perjudicado a los cultivos más precoces en floración: colza y frutales, fundamentalmente. Los próximos meses de primavera decidirán de manera clave el rendimiento final, estando todos muy pendientes del factor del clima en los precios.
El factor guerra sigue pesando mucho. Rusia no cede en su lucha, y de alargarse más en el tiempo el conflicto, las consecuencias no serán bajistas en el precio de materias primas. El informe USDA (Estados Unidos), publicado esta semana, no arroja grandes sorpresas, pero aporta un nuevo impulso alcista. O al menos, nadie prevé un descenso de cotizaciones abrupto.
En España, el abastecimiento vuelve a estar garantizado una vez desconvocada la huelga del transporte y el fabricante recupera cierta normalidad, aunque los costes de producción arrasan con todo y afectan a todos los sectores productivos.
El comprador detecta un incremento en la oferta dados los actuales precios y se retira en la compra haciendo bajar los precios día tras día. El vendedor no quiere perder la oportunidad de vender a los actuales precios, pero el comprador está tranquilo con sus necesidades cubiertas hasta mayo. Sin embargo, el enlace de cosechas se antoja complicado y los precios de reposición de puerto no ceden al mismo ritmo que lo hace el cereal nacional. Al contrario, el mercado internacional sigue firme y el nacional bajando precio.
