El ejemplo de familia de San Isidro y Santa María de la Cabeza. Carmen Quintanilla Barba. Presidenta nacional de AFAMMER

Carmen Quintanilla

Este 15 de mayo conmemoramos en todo el mundo el Día internacional de las Familias, decretado por Naciones Unidas en 1993 para reconocer la importancia que este núcleo tiene a la hora de inculcar valores en nuestros niños y niñas.

Pero casualmente esta fecha conmemorativa también coincide con las celebraciones en honor de San Isidro Labrador, considerado como el patrón de la agricultura por los numerosos milagros que se le atribuyen: elevar las aguas del pozo en el que cayó su hijo; multiplicación de granos o conceder lluvias sobre los cultivos de los campesinos que acudían a él.

Esta casualidad me ha llevado a reflexionar sobre el ejemplo de familia que San Isidro conformó con su esposa Santa María de la Cabeza, convirtiéndose en uno de los pocos ejemplos en la historia de la Iglesia en el que ambos cónyuges han conseguido ser santificados.

Es cierto que el concepto de familia ha evolucionado desde el s.XI, época en la que vivieron estos santos, pero quiero destacar su ejemplo de familia y en particular el papel que Santa María de la Cabeza desempeñó como mujer colaboradora en explotación agrícola.

Pues al contrario de lo que mucha gente piensa, la mujer siempre ha trabajado en el campo y así lo demuestra el gran ejemplo de esta Santa, que no solo se ocupó del cuidado del hogar sino que también ayudaba a su marido con las tareas de labranza.

Los tiempos han cambiado mucho desde entonces, pero San Isidro y Santa María de la Cabeza siguen siendo un modelo a imitar por los cristianos por su gran devoción y amor hacia Dios y la Virgen. 

Pero también son un modelo para las familias no cristianas por su amor, su humildad; su gran solidaridad con el prójimo y como grandes trabajadores.

Por ello, en este día Internacional de la Familia y de San Isidro Labrador, quiero reconocer a todas aquellas familias que siguen su ejemplo. En especial a las mujeres y hombres que se dedican a la agricultura con gran esfuerzo y trabajo, haciendo posible la seguridad alimentaria y sobreponiéndose a las adversidades como son los sobrecostes de producción o las consecuencias económicas que está sobrellevando la Guerra de Ucrania.

Como me gusta decir, somos lo que aprendemos en la niñez, y es en la familia donde aprendemos nuestros valores y lo que nos condiciona enormemente en lo que somos y en lo que seremos en un futuro.

¡Feliz día familias!

Carmen Quintanilla Barba. Presidenta nacional de AFAMMER

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