Clamor entre los regantes y agricultores del sur de la Comunitat Valenciana y Región de Murcia por el futuro del trasvase Tajo-Segura durante una concentración con tractorada y reparto de ocho toneladas de naranjas en el centro de la ciudad de Alicante.
Esta acción de protesta ha contado con numerosa presencia de los partidos políticos valencianos y murcianos, como los presidentes de la Región de Murcia, el popular Fernando López Miras, y de la Diputación alicantina y del PPCV, Carlos Mazón, así como con la consellera valenciana de Agricultura (Mireia Mollà, de Compromís) y de Innovación (Josefina Bueno, del PSPV-PSOE), además de portavoces de los partidos políticos en Les Corts Valencianes: Ana Barceló (PSPV); Ruth Merino (Cs); y Ana Vega (Vox), y numerosos alcaldes afectados.
Defendamos Tod@s la Huerta de Europa
Con el lema «Defendamos Tod@s la Huerta de Europa» convocados por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) y ASAJA Alicante, la concentración se ha desarrollado a partir de las 11 horas frente a la Subdelegación del Gobierno y ha incluido el reparto de ocho toneladas de naranjas ecológicas traídas desde el sur de la provincia y que no tenían sitio en el mercado a causa de la fruta que ha llegado a la UE de Egipto, tras cerrarse para este país el mercado ruso por la invasión de Ucrania.
El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha lamentado que no estuviera en este acto reivindicativo de Alicante su homólogo de la Comunitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, al que ha exigido «valentía» para que ambas autonomías establezcan una «hoja de ruta común» frente al Gobierno central en defensa del trasvase Tajo-Segura.
El murciano ha recalcado que, al igual que ocurre con Almería, el trasvase es igual de importante para su comunidad que para la valenciana y ha asegurado que su ejecutivo estará «siempre» con los agricultores contra esta posición que cree «inaceptable» del Gobierno de Pedro Sánchez por «querer cerrar el Tajo-Segura».
Según López Miras, de esta transferencia de recursos hídricos desde el Tajo viven 15.000 familias murcianas, alicantinas y almerienses y depende la producción del 70 por ciento de las frutas y hortalizas que se exportan, y ha acusado al Ejecutivo de Sánchez de tratar de poner fin al trasvase «simplemente por cuestiones políticas y sin ningún criterio técnico».
Desde València, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido sobre el Tajo-Segura que su gabinete está «por las soluciones» mientras que «otros están por buscar en el agua una bandera de enfrentamiento y para sacar rédito electoral» mediante confrontaciones que ha calificado de «estériles».
«Y ya se ha visto en el pasado lo que ha significado eso: las guerras del pasado que inició el PP fueron al final un desastre para los regantes porque no se avanzó en nada», ha señalado Puig antes de insistir en que busca un «espacio de acuerdo» al mismo tiempo que la Generalitat ha presentado alegaciones al Plan de Cuenca del Tajo sustentadas en criterios técnicos.
Como portavoz de su ejecutivo en Alicante, la consellera de Agricultura y Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà (Compromís), ha afirmado que «queda margen para negociar» con el Gobierno y ha pedido al Gobierno central que «escuche» las reivindicaciones de los agricultores alicantinos, murcianos y almerienses.
El presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu, ha sido uno de los que ha puesto voz al colectivo de regantes y ha sostenido que la desalinización esgrimida desde las autoridades de Castilla La Mancha para paliar la pérdida de caudales del trasvase es «un complemento, pero no puede ser alternativa» al Tajo-Segura puesto que es «cara» y «altamente contaminante».
El agua desalada «tiene un precio que los agricultores no podemos pagar», ya que los regantes valencianos y murcianos tienen que competir con todos los «del mundo y no con estos precios».
Para los agricultores del sureste, «el problema fundamental es la nula depuración del agua que viene de Madrid, ahí es donde se tiene que centrar el Gobierno», un argumento que comparte el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Lucas Jiménez, quien también ha lamentado que «en ninguna parte del país se han elevado caudales ecológicos» como ha ocurrido con el Tajo.
Ha advertido de que con este nuevo Plan Hidrológico Nacional «más de 40.000 personas van a ir al paro», así como que el Ministerio «parece que está dispuesto a asumir la desaparición del verde de una de las zonas más áridas de Europa».
Otro de los políticos que ha participado de forma activa en la concentración ha sido el presidente de la Diputación de Alicante y del PPCV, Carlos Mazón, quien en la misma línea de López Miras ha instado al president Puig para que «pierda el miedo» y defienda el agua «que merece su tierra».
La portavoz del PSPV-PSOE en Les Corts, Ana Barceló, ha afirmado que el trasvase es «irrenunciable» y que su formación lo defenderá «con uñas y dientes» a través del diálogo, una situación que, ha dicho, también harán sus compañeros de Gobierno, Compromís y Unides Podem.
Por Vox, su portavoz en la cámara autonómica, Ana Vega, ha señalado que la formación «no va a dejar sola a los agricultores» y ha reivindicado la interconexión entre cuencas, una situación que ha ratificado el presidente de Vox Murcia, José Ángel Antelo, quien ha expuesto que PP y PSOE «solo buscan rédito localista diciendo una cosa en un sitio y otra en otro».
Además, la síndica de Cs en Les Corts, Ruth Merino, ha insistido en que el PSOE «se pone de perfil ante un problema como este» y ha aseverado que el problema «es por el bipartidismo». EFEAGRO
Imagen: SCRATS