El planteamiento fiscal de las plantaciones del olivar y su asesoramiento deben «innovar» para adaptarse a los retos del cambio climático, con lo que se podría pasar «de un resultado aceptable a uno muy bueno» en este sentido, sobre todo de cara a las campañas del próximo otoño.
Así lo entiende el catedrático de Derecho Financiero y Tributario e investigador de la Universidad de Jaén (UJA) Carlos María López, que dirige un curso en la sede de Baeza (Jaén) de la Universidad Internacional de Andalucía sobre esta materia, y donde, poniendo el ejemplo de la provincia de Jaén, ha afirmado que «parece que sobra aceite y a veces cuando sobra una cosa, no se cuida lo suficiente».
Ha expuesto los resultados del trabajo de su grupo de investigación, que ha observado que más del 57 % de los olivareros de Jaén podrían pagar menos en su declaración, lo que «lleva a pensar que el mundo de la asesoría fiscal de la provincia es un poco particular».
Para este experto, los agricultores están en un aparente «círculo poco abierto a la innovación en la fiscalidad» y «cuentan con menos presencia de asesores con formación jurídica que sepan esos resortes para conseguir esa menor tributación».
Ha dicho, además, que de un mejor estudio de este ámbito se podría beneficiar la totalidad del sector, incluso aquellos que rondan los 200.000 euros de ingresos brutos anuales.
«Hay que incrementar el nivel de exigencia en la calidad de la divulgación de la información fiscal que se le da al mundo del campo, sobre todo para los tiempos que vienen, donde las cosechas se verán afectadas por las condiciones climáticas», ha sostenido. EFEAGRO
