La Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo (CLYGAL) exige al presidente de la Comunidad de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que habilite con carácter urgente ayudas directas a los productores de uva y aceituna de secano, porque ante la caída de la cosecha, los bajos precios y el desmedido incremento de los costes de producción muchas explotaciones se verán obligadas al cierre.
La CLYGAL considera “un tremendo agravio comparativo” el hecho de que estos cultivos tradicionales, que sólo en el término municipal de Almendralejo (Badajoz) superan las 13.000 hectáreas, se encuentren privados de estas ayudas que otros subsectores reciben, cuando “todos soportamos una sequía histórica -que ha reducido la cosecha de uva un 30% y la de aceituna un 80%- y el encarecimiento de la energía, el gasoil, los fertilizantes y los productos fitosanitarios que hacen inviable la rentabilidad de las explotaciones”.
La Comunidad de Labradores de Almendralejo destaca la caída de más de 53.000 habitantes en la región en la última década, lo que supone agravar la España vaciada en una Comunidad eminentemente agrícola y ganadera, con lo que se hace prácticamente imposible un relevo generacional en el sector primario.
Ante esta situación exige al Gobierno de Fernández Vara que adopte medidas y desarrolle políticas activas y atractivas para que los más jóvenes vean la agricultura como una actividad profesional rentable, y no de pura subsistencia como es en la actualidad, cuando no supone la ruina total del productor.
La CLYGAL incide en que mientras otras comunidades autónomas Andalucía o Madrid se afanan en atraer inversiones, empresas y población que generen riqueza, en Extremadura los responsables políticos permanecen impasibles y miran para otro lado, mientras asisten al desmantelamiento paulatino de un sector determinante para la industria agroalimentaria.
La Comunidad de Labradores de Almendralejo concluye reclamando al Gobierno extremeño que se ponga manos a la obra para diseñar un proyecto de futuro, rentable, próspero y competitivo de nuestro sector primario, porque cada vez será más determinante ante la demanda mundial de alimentos como advierte la FAO, y “si no sabe o no quiere, que deje paso a quienes al menos lo intenten”.
