Autor: A.G.O. agroclm. El queso manchego es uno de los grandes pilares de la gastronomía española. Por ello, comprar queso manchego, un producto con un sabor único y especial, siempre es un acierto. Y ahora es mucho más sencillo, ágil y cómodo gracias a la venta on line de este producto.
El queso de leche de oveja de raza manchega, con su tiempo justo y exacto, es un producto de la mayor calidad que satisface a los paladares más exigentes. Tanto es así que no solo se disfruta del queso manchego en España, también fuera de nuestras fronteras.
Comprar una porción de queso, o al menos una de gran calidad, no siempre es una tarea sencilla. Aunque todos puedan coincidir en el color amarillo, los sabores y aromas pueden diferir mucho. De hecho, pocos tipos de queso pueden igualar en aroma, textura y gusto al queso manchego, considerado una exquisitez de nuestra gastronomía.
Desgraciadamente, se repite con demasiada frecuencia que, como se suele decir en tono vulgar, intenten darte gato por liebre; es decir, que pretendan venderte como queso manchego un producto que no lo es, ni se le acerca en cuanto a excelencia.
Por lo tanto, cuando se va a adquirir un producto tan distinguido, ya sea en pequeño tamaño o en piezas grandes, conviene tener presentes algunos consejos para degustar quesos.
Como punto de partida, es interesante conocer las bases de sus distintas elaboraciones, sus características y sus principales rasgos distintivos.
¿Qué es el queso manchego y como identificarlo?
Los quesos manchegos son, por definición, quesos de pasta prensada.
Lo primero es saber distinguir visualmente cómo es el queso manchego. En su aspecto exterior, el manchego presenta un dibujo entramado, y las caras planas de su corteza muestran líneas dividiendo la superficie en cuatro partes. Tiene un color natural que, en función del periodo de curación, puede variar del tono marfil al pardo, pasando por el color amarillo pálido.
En cuanto al sabor, se caracteriza por ser ligeramente ácido, fuerte y sabroso, llegando a resultar picante en quesos muy curados.
Otra cuestión primordial es tener en cuenta es con qué leche se hace el queso manchego. Pues bien, invariablemente, es un queso elaborado con leche de oveja; en concreto, con leche de oveja. La mayor parte suele emplear leche pasteurizada. Si se utiliza leche cruda, se le considera artesanal y debe pasar por una maduración mínima de 60 días.
Además de estas características propias, existen otros elementos externos que permiten identificar el queso manchego auténtico. Por ejemplo, siempre llevará una etiqueta comercial numerada y seriada que certifique que ha sido elaborado íntegramente con leche de oveja manchega, y en la que se leerá la palabra «Manchego».
También hay que tener en cuenta el tamaño. Por ejemplo, si se trata de un queso con un peso inferior a 1,5 kilos, irá cruzado por una franja de color azul en la esquina superior derecha.
Para asegurar la trazabilidad del queso manchego se añade la placa de caseína: una especie de pequeña galleta colocada en la cara posterior de los quesos de oveja que indica la procedencia y la denominación de origen.
La contraetiqueta numerada
Además del distintivo comercial, la pieza de queso llevará una contraetiqueta, la etiqueta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Queso Manchego, con el logotipo de este. Esta, también numerada y seriada, garantiza que la pieza de queso manchego ha superado todos los controles de calidad exigidos.
La pieza de queso también irá distinguida por el logotipo europeo, un emblema que reconoce a nivel comunitario (Unión Europea) la elevada nobleza de un producto y su adscripción a una determinada denominación de origen.
Entre Pintxos ofrece unos consejos sencillos y didácticos de la manera de identificar a un auténtico queso manchego:
– La etiqueta.
– Placa de caseína.
– Contraetiqueta numerada.
– Logo europeo.
– Maduración mínima de 30 días.
– Aspecto externo.
– Aspecto interno.
