ASAJA Castilla-La Mancha preguntará este miércoles en el Consejo Agrario por el estado de las ayudas del “Plan Sequía” anunciadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha el pasado 27 de abril durante la celebración de la Mesa de la Sequía regional.
Según ha explicado la organización agraria, se han anunciado 30 millones de euros de ayudas directas para los agricultores y ganaderos de la región afectados por la sequía y 16 millones para la recuperación de los cultivos leñosos.
Sin embargo, se desconoce si la Comisión Europea autorizará los fondos del Programa de Desarrollo Rural, a quiénes concretamente irán dirigidas y cuándo se publicarán, más teniendo en cuenta que las ayudas directas se deben pedir con la solicitud única de la PAC, cuyo plazo termina en un par de semanas.
Ampliación plazo de la PAC
Por ello, ASAJA CLM ya ha pedido que se amplíe el plazo de presentación hasta el 30 de junio y poder contar con el tiempo suficiente para tramitar las solicitudes afectadas por las incidencias del programa informático, así como para configurar los expedientes con las medidas que aún no están puestas en marcha.
Además, tampoco están publicadas todas las líneas de ayudas enmarcadas en el Programa de Desarrollo Rural (PDR) ni la orden que flexibilizará la condicionalidad del primer pilar de la PAC y los ecorregímenes, tal y como se ha comprometido la Administración. Para ASAJA CLM es imprescindible aplicar medidas de carácter excepcional en las normas de la Política Agraria Común (PAC), de tal forma que piden una flexibilización máxima para evitar penalizaciones a los agricultores y ganaderos y para que no vean en riesgo el acceso a sus ayudas ante unos requisitos imposibles de cumplir este año.
En este sentido, se ha pronunciado el presidente de ASAJA CLM, José María Fresneda, para quien “las medidas planteadas, aunque sean insuficientes son urgentes, porque el sector está en riesgo de descapitalizarse y es vital que se inyecte liquidez a los agricultores y ganaderos para que no tengan que abandonar explotaciones o reducir su cabaña ganadera, así como que se apliquen otras medidas fiscales y de financiación”.
Tal y como desvelan los cálculos del Observatorio de la Sequía Agrícola y Ganadera que ha puesto en marcha la organización agraria, sólo los cerealistas de la región perderán unos 626 millones de euros, sin contar el resto de subsectores.
En cuanto a la ganadería, para la que piden una atención especial, los técnicos de la organización ya están analizando los datos para conocer el impacto económico que supondrá el sobrecoste por el incremento de piensos ante la falta de pastos para el ganado.
Por todo ello, el presidente de la organización ha criticado que “se está generando un clima de malestar entre el sector por las expectativas generadas en un momento en el que, mientras unos se ocupan de la campaña electoral, otros se mueren lentamente”, en referencia a los agricultores y ganaderos “que están lanzando un SOS al ver cómo pierden sus cosechas enteras o no tienen para hacer frente a los sobrecostes por la alimentación animal”.
Fresneda ha señalado que “la sequía del campo no es una cuestión para el enfrentamiento electoralista, pues estamos hablando de algo tan serio como la producción de alimentos y el abastecimiento a la sociedad. Se necesitan medidas a corto, medio y largo plazo, tanto líneas y ayudas directas urgentes como una apuesta decidida de cara al futuro, con el objetivo de conseguir una vertebración hídrica nacional, que distribuya el agua e invierta en infraestructuras, en vez de seguir poniendo limitaciones y restricciones a los productores castellano-manchegos, que siguen siendo esenciales, aunque sólo se acuerden de ellos en tiempos de temporales o pandemias”, ha finalizado.