El Papa Francisco recibe a una delegación de agricultores y ganaderos de ASAJA

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ASAJA El Vaticano

El pasado sábado 13 de mayo, el Papa Francisco recibió en audiencia a una delegación de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), encabezada por su presidente, Pedro Barato, que visitó al Santo Padre en El Vaticano.

Durante la reunión, el Papa pronunció un discurso en el que destacó el papel fundamental que desempeñan los agricultores y ganaderos en la protección del medio ambiente y la conservación de los recursos naturales.

El Papa Francisco comenzó su intervención agradeciendo la presencia de los agricultores y ganaderos en El Vaticano y el interés que han mostrado en la visita. El Santo Padre elogió la labor que desempeñan los agricultores y ganaderos en la producción de alimentos, en el cuidado de los animales y en la protección de la naturaleza.

Asimismo, el Papa Francisco hizo hincapié en que la defensa del medio ambiente no solo depende de los informes y proyectos divulgativos que llegan a la sociedad a través de los medios de comunicación, sino que son los agricultores y ganaderos los verdaderos ecologistas, ya que viven día a día en contacto con la naturaleza y son conscientes de sus problemas y logros.

Responsabilidad de los agricultores y ganaderos

El Papa destacó la responsabilidad que los agricultores y ganaderos tienen en la tarea de la producción de alimentos, que no solo deben ser considerados como un bien económico, sino también como un don de Dios, un regalo que el Señor envía a su pueblo para saciar su hambre y sed. En este sentido, el Papa Francisco hizo un llamamiento para que se trabaje en la promoción de una ecología integral, que tenga en cuenta no solo el aspecto ambiental, sino también el social y económico.

Además, el Papa Francisco denunció la especulación y la manipulación del precio y la comercialización de los productos, que hacen que los alimentos se conviertan en un arma o en un medio de beneficio económico, en lugar de un regalo de Dios destinado a saciar el hambre del pueblo. El Santo Padre afirmó que es necesario trabajar para que este bien no se convierta en una mercancía más en el mercado, sino que se valore su importancia y se proteja su calidad.

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