La Asociación de Turismo Cinegético y Rural del Campo de Montiel y Campo de Calatrava; la Federación Empresarial de Ciudad Real (FECIR); ASAJA; alcaldes de la provincia de Ciudad Real y la Diputación Provincial han expresado su sorpresa y disconformidad ante el borrador del Decreto de la Consejería de Desarrollo Sostenible sobre el plan de recuperación del águila imperial ibérica en Castilla-La Mancha, cuyo plazo de alegaciones finaliza el 30 de noviembre.
Juan José Tebar, representante del sector cinegético, ha señalado este miércoles en una rueda de prensa en Ciudad Real, que la aplicación de este plan va “en contra del desarrollo de los pueblos y zonas rurales”. Tebar ha indicado que afecta, en total, a unos 500 términos municipales, el 55% de la región.
También ha lamentado que el Gobierno de Castilla-La Mancha con ha contado con ninguna entidad del mundo rural para elaborar este borrador.
Para estas asociaciones, no se pueden establecer limitaciones para una especie que ha superado las 500 parejas, gran parte de ellas presentes en la región, “gracias al esfuerzo de la misma gente del medio rural a la cual se establecen limitaciones”, ha apuntado,
En la “Clasificación y regulación de usos, aprovechamientos y actividades en áreas críticas y zonas de dispersión” de dicho borrador se contempla una importante limitación de usos al control de especies de caza mayor o menor como el conejo, que provocará problemas de daños a los cultivos agrícolas, exigiendo un informe técnico de evaluación de daños para pedir dichos permisos, ha avanzado.
Otro de los puntos de conflicto es la posibilidad de limitar la actividad agraria, cinegética o forestal “cuando resulte necesario preservar la tranquilidad en las inmediaciones de las zonas de nidificación…”. Es decir, se puede llegar a prohibir la actividad cinegética o los usos agrarios en las zonas de nidificación dentro y fuera de las áreas críticas en un radio de 1.000 metros.
Asimismo, se producen limitaciones para las actividades forestales en un radio de 1.000 metros en torno a los nidos, incluso situados fuera del área crítica.
En cuanto a los cuarteles comerciales de caza, territorios cinegéticos en buena parte responsables del crecimiento exponencial de la especie, se ponen numerosas limitaciones a su constitución y se prohíbe la munición con plomo en dos años, cuando esta prohibición fuera de humedales no está presente en ningún territorio de España -ha incidido- y, sobre todo, cuando no hay ningún estudio que demuestre la afección del plomo a las águilas imperiales.
En definitiva, ha afirmado que este borrador de Decreto ha puesto de acuerdo a toda la gente del mundo rural, “dado que en lugar de reconocer la labor que se ha hechos desde los municipios y desde los titulares de cotos en llegar a una cifra de 500 parejas de águilas imperiales en muy pocos años, se ha regulado como si se tratara de una especie en peligro de extinción, lo que provocará un rechazo generalizado de la sociedad”.
Apoyos
Tebar ha estado acompañado por Adrián Fernández, vicepresidente de la Diputación de Ciudad Real; el alcalde de Almuradiel, Braulio Egido; la alcaldesa de Torralba de Calatrava, María Antonia Álvaro, y el concejal de Agricultura, Ganadería y Caminos del Ayuntamiento de La Solana, Julian Díaz-Cano. Todos han coincidido en que la puesta en marcha de este plan atentará contra una forma de vida y pondrá en riesgo actividades como la caza, la agricultura y ganadería, el turismo y el propio desarrollo rural de cientos de localidades de Castilla-La Mancha.
