Santiago Lázaro López es el alcalde de Campo de Criptana (Ciudad Real). Licenciado en Geografía por la Universidad Complutense de Madrid es un gran conocedor del sector primario por interés y tradición familiar.
Pregunta: Campo de Criptana es un municipio eminentemente agrícola ¿Cuál es la importancia del sector primario en la localidad?
Respuesta: Campo de Criptana, al igual que La Mancha en general, es un pueblo en el que la agricultura tiene mucho peso, lo que hace que sea un elemento no solo económico, que es fundamental, sino también un referente cultural y turístico básico que queremos potenciar desde el Ayuntamiento.
Aquí tenemos una potente agricultura, fundamentalmente relacionada con la vid, pero con un cultivo del olivar, y con la introducción del almendro y de otro tipos de cultivos que están complementando un término municipal importante, de 300 kilómetros cuadrados.
Queremos enlazar este sector pujante en el aspecto económico con la parte turística, y dar a conocer los productos que se elaboran en nuestra tierra.
P. ¿Cómo se va a desarrollar el proyecto de enlazar agricultura, ganadería y productos agroalimentarios con el sector turístico?
R. Llevamos ya un camino recorrido en estos años, gracias, en gran parte, al Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, concedido desde el Gobierno de España, junto a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y al Ayuntamiento, que nos ha permitido en estos dos últimos años plantear actividades que integran precisamente esos elementos de la agricultura y la promoción turística, para dar a conocer y dar visibilidad a los recursos de Criptana.
Es cierto que somos muy reconocidos por ese paisaje icónico de la Sierra de los Molinos, pero también es cierto que el que nos visita quiere disfrutar de la gastronomía y de nuestros vinos y viandas.
P. ¿Qué acciones concretas se están realizando?
R. En estos años hemos realizado varias ediciones ya del Airén Fest, un festival que enlaza la música, el vino y nuestras bodegas (integradas en la Denominación de Origen La Mancha). Lo que estamos programando son conciertos en cada una de las bodegas criptanenses.
También tenemos una herramienta muy potente como es la Escuela de Catadores, donde se realizan catas, integrando no solo a las bodegas locales, sino también a otras de fuera, gracias a la Fundación Tierra de Viñedos.
Además, estamos desarrollando catas no solo de vino, sino también de aceite, frutos secos, queso, etc. pues nos interesa ampliar el espectro de productos agroalimentarios que nos hacen ser destacables y reconocibles.
Otra propuesta muy interesante, que inauguramos el mes de marzo pasado, es la creación dentro del molino Inca Garcilaso de un espacio destinado a la promoción, al conocimiento, a la historia del vino de La Mancha, especialmente, del de Campo de Criptana. Y lo hemos hecho además de la mano del mejor escudero que podíamos tener: la DO La Mancha.
En este molino se puede conocer la historia, los elementos que influyen en el disfrute de nuestros vinos y, sobre todo, hacerlo de una forma amena para enlazar al visitante con las bodegas de Campo de Criptana.
P. ¿Cómo se atraen a turistas de zonas tan interesantes como Madrid, Levante o Andalucía?
R. Contamos con una herramienta magnífica, que es una de las joyas turísticas de los últimos años, como es el Tren de los Molinos.
Tenemos ese tren directo desde Madrid gracias a un convenio firmado con Renfe. Este año es la tercera edición, que la presentaremos de nuevo en Fitur, el 26 de de enero.
Este Tren de los Molinos lo que hace es conectar con diferentes convoys que vienen exclusivamente desde Madrid hasta Campo de Criptana durante 12 sábados al año, con unos 160 viajeros cada uno.
A esos visitantes se les ofrece un paquete que integra desde la visita a una bodega de la DO, a conocer recursos tan interesantes como el Pozo de las Nieves. Además de disfrutar de la gastronomía, con la implicación de la hostelería criptanense, y conocer el Centro de Interpretación de los molinos, los gigantes que inspiraron a don Miguel de Cervantes.
Estamos funcionando muy bien con ese público urbano, con un mercado, si hablamos en términos económicos, tan importante como es Madrid y con una ocupación del 90% en la mayor parte de los trenes.
P. Por último, está en marcha el polígono agrícola, ¿cómo va a ser el desarrollo y qué objetivos se buscan?
R. Disponemos de un polígono agrícola, El Molinillo, que era exclusivamente agrario hasta hace tres años y lo que hemos hecho es ampliar los usos a otros, como la industria ligera, aprovechando una ventaja fundamental con respecto a otro suelo industrial: el precio.
Un precio muy competitivo, desde 32 euros/metro cuadrado para parcelas de diversos tamaños y con unas conexiones por carretera magníficas.
La idea es poner todas las herramientas que tenemos desde el Ayuntamiento al servicio de los empresarios, no solo de Criptana, sino de aquellos que quieran venir para instalar su empresa en nuestra localidad.
Ahora estamos en la fase de concurso de parcelas. De momento, se han adquirido cuatro parcelas en el mes de diciembre y creemos que hay expectativas de que sigan funcionando esas ventas.
