El incendio ocurrido en La Estrella ha demostrado que el dinero destinado a la prevención de incendios en Castilla-La Mancha no ha sido efectivo. La semana pasada, la región se enfrentó a un gran incendio que, una vez más, estuvo fuera de control. El reciente incendio en la sierra de La Estrella, al igual que muchos otros, podría haberse controlado en su fase inicial, pero terminó desbordándose por una mala gestión. A pesar de contar con medios suficientes y personal cualificado, el fuego se salió de control debido a la falta de intervención de medios aéreos desde el primer momento, los cuales llegaron a las 12:18, una hora y cuarenta y cinco minutos después de iniciado el incendio y una hora y diez minutos después que los medios terrestres.
Mientras tanto, el Gobierno de Castilla-La Mancha destina fondos, que deberían ir a los agricultores y ganaderos, hacia GEACAM bajo la justificación de la prevención de incendios. Sin embargo, la gestión de estos recursos deja mucho que desear, como lo demuestran los hechos ocurridos en La Estrella. No es aceptable que se destinen más de 100 millones de euros a GEACAM, una empresa que se dedica principalmente a la prevención, para que luego sigan ocurriendo grandes incendios como si GEACAM no existiera. Para colmo el Gobierno de Castilla-La Mancha no ha asumido el daño sufrido por los ganaderos de La Estrella que se han quedado sin comida.
En el incendio de La Estrella se ha comprobado que el Alto Mando de Extinción no ha actuado con la diligencia necesaria en la coordinación y uso del material disponible. Se observó una demora injustificable en la intervención inicial, a pesar de la presencia de una torre de vigilancia sobre el foco del incendio, así como la retirada de aeronaves cuando el incendio estaba casi bajo control y en pleno mediodía. Aún más grave fue la decisión de impedir que los ganaderos rescataran a sus animales o que los agricultores utilizaran tractores para crear cortafuegos que perimetren el incendio. Estas acciones,
que evidencian negligencia por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha, ignoran que son los agricultores y ganaderos quienes realmente conocen el terreno y los vientos.
Si analizamos la situación de los últimos años, observamos un aumento de las hectáreas quemadas que coincide con el incremento del presupuesto de GEACAM. ¿Estamos ante una relación causa-efecto, o es que el aumento del presupuesto está provocando estos resultados?
Es preocupante el mal uso que el señor Page está haciendo del dinero que desvía del sector agropecuario hacia GEACAM, una empresa encargada de «apagar» incendios. Este desvío afecta a 5.000 familias de agricultores ecológicos que no reciben los fondos que les corresponden. Además, el resto de agricultores y ganaderos también se ven perjudicados, ya que los fondos destinados a ellos desde la Unión Europea, para zonas desfavorecidas, de montaña, la incorporación de jóvenes, razas autóctonas en peligro de extinción, planes de mejora, apicultura y otras necesidades, no llegan a sus manos. En resumen, la principal víctima del fuego es, irónicamente, la misma que financia la supuesta extinción. Pagamos para financiar GEACAM, y además, nuestras tierras se queman perdiendo la comida para el ganado. No olvidemos que somos los agricultores y ganaderos quienes extinguimos el 90% de los incendios.
Señor Page, ¿realmente seguirá desviando el dinero del campesino para sostener a su empresa GEACAM? ¿Le resultan útiles los grandes incendios y la creciente superficie quemada para justificar el uso discrecional de los fondos comunitarios del Plan Estratégico de la PAC? ¿Asumirá los daños que han sufrido los ganaderos debido a la mala gestión en le extinción del incendio?
Es sabido que, además del personal de extinción, en GEACAM se emplea a personas vinculadas al PSOE, lo que podría explicar el creciente interés en aumentar el presupuesto año tras año. No nos engañemos: no se trata de recompensar al trabajador que arriesga su vida ante el fuego con salarios justos o equipo de calidad. No, lo que se asegura es que los altos cargos de libre designación reciban su espléndido salario por sus vastos conocimientos… en nada.
Señor Page, recapacite, rectifique y repare el daño que está causando al campo regional. En lo que podría ser su última legislatura al frente del ejecutivo regional, intente dejar un buen legado. No permita que en el futuro se diga: «Page fue un presidente de aciago recuerdo para el campo».
Unión de Uniones de Castilla-La Mancha
