EFEAGRO. La empresa de aceite de oliva Acesur, que exporta a más de un centenar de países, sigue vendiendo mezclas de aceite fuera de España «porque es absolutamente legal y hay muchos clientes que están acostumbrados» y así se lo piden, según su director general, Gonzalo Guillén.
En su intervención en el podcast Efeagro Punto de Encuentro, disponible al completo en los próximos días en Ivoox, Spreaker y Spotify, Guillén ha señalado que no comercializan ninguna de esas mezclas de aceite de oliva con otros aceites vegetales dentro de España, pero sí lo hacen en el extranjero.
«Es absolutamente legal»
«Para el mercado español nada, pero para fuera sí (las vendemos) porque es absolutamente legal y hay muchos clientes que están acostumbrados y llevan años con este tipo de productos» como, por ejemplo, en Francia, Inglaterra, Estados Unidos y otros muchos países, ha afirmado Guillén.
El primer ejecutivo de la compañía, dueña de marcas como Coosur y La Española, ha recordado que en España no está permitido mezclar aceites de oliva con aceites de semillas para su venta en el país, pero sí se puede hacer para vender fuera.
Además, conforme a la normativa comunitaria, España no puede prohibir la venta de esas mezclas (que son más baratas) en su territorio si proceden de otros países de la Unión Europea donde sí están autorizadas.
«Eso es totalmente legal y no pasa nada. Lo que hace falta es tener una buena trazabilidad y un buen control de calidad, ser transparente y un etiquetado» claro, que muestre el porcentaje de los distintos tipos de aceite, ha afirmado Guillén.
El año pasado, en un contexto de altos precios del aceite de oliva, Acesur decidió retirar del mercado español una mezcla de la marca «La Andaluza» que contenía aceite de oliva y de girasol, ante el «revuelo» promovido por algunas organizaciones de productores, cooperativas y hasta el Gobierno.
La idea de sacar ese producto al mercado «no fue nuestra, sino de varios clientes que nos lo pedían ante la subida dramática del aceite de oliva; había consumidores que empezaban a huir y eso era una forma de retenerlos, dándoles un producto de calidad», pues se componía de un 51 % de aceite de oliva virgen extra y un 49 % de aceite de girasol refinado alto oleico, ha explicado Guillén.
«Los mismos clientes que nos lo pedían dijeron que, ante esa situación, mejor no (hacerlo)», ha añadido el responsable, que ha detallado que el producto apenas estuvo unos días en el mercado y acabó siendo un experimento «que se quedó ahí».
Ha señalado que hay otras empresas que siguen vendiendo mezclas, sobre todo para la hostelería, y ha defendido que el sector del aceite está «hoy en día muy regulado».
«El 90 % de las botellas que están en el mercado son de empresas de muy primer nivel, por tanto, hacen las cosas muy bien. A todo el mundo le gusta cuidar su producto y creo que el aceite de oliva lo cuidamos mucho», ha resaltado el director general de Acesur.
A finales de noviembre, el presidente del grupo de cooperativas, Antonio Luque, acusó a las administraciones de no actuar contra las mezclas más baratas de aceite de oliva refinado con otros como el de orujo o de girasol, que cumplen con las métricas pero que -a su juicio- están degradando la calidad del aceite.
La patronal de la industria envasadora de aceite Anierac y la de la industria exportadora Asoliva rechazaron esas «falsas acusaciones de fraude» e incluso el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, tachó de «irresponsables» las declaraciones de Luque por «poner en tela de juicio» la reputación del sector del aceite de oliva.