Vicente Marqueta, técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) de Guadalajara, ha realizado su análisis periódico del mercado de los cereales, destacando la tendencia a la baja de trigo, cebada y maíz.
Señala que ha empezado el partido, con el marcador en contra, EE.UU va con todo al ataque en el partido de vuelta pero sin la posesión del balón. Nadie entiende nada. Se lía a patadas con el equipo rival y se queda con 9. Lesiona a todo jugador del equipo contrario que se encuentra en el campo. El árbitro quisiera suspender el partido, pero también recibe. En la grada indignación y un silencio sepulcral. El VAR no tiene que hacer nada. A los pocos minutos del encuentro, EE.UU se acuerda del balón, toma la posesión y golea en propia puerta con lesión de su arquero. El contrincante se queda sin cambios tras las lesiones, defiende su posición y los jugadores se colocan doble espinillera. Las apuestas se tambalean hasta un final de partido que nadie sabe cómo acabará. Los medios y comentaristas no dan abasto con el espectáculo.
Los aranceles impuestos por Trump han sacudido al mercado. Las pérdidas en la bolsa son históricas. El mercado necesita seguridad y certidumbre y cuando tiene miedo vende y se refugia en valores seguros. El oro en máximos históricos. El petróleo a hacer puñetas. Se intuye recesión.
Las naciones del mundo responden. Contraatacan con la misma moneda arancelaria y ya veremos quién gana más, aunque la historia nos dice que en los enfrentamientos siempre se producen bajas en los dos bandos y normalmente quien sufre menos bajas gana la guerra… Normalmente. La escabechina está servida.
Mercado de granos
En lo que al mercado de granos se refiere, efecto cascada. EE.UU es el mayor protagonista en el comercio mundial de soja y maíz junto a Brasil. Su principal cliente es China. Si como parece China deja de comprarle automáticamente la mercancía colapsará stocks (si el clima lo permite) y bajarán los precios internos. EE.UU. ya prepara una batería de subsidios para los agricultores norteamericanos.
Sus excedentes buscarán mercado en la UE y los países del Norte de África, no hay muchos más compradores de volumen deficitarios. México como gran consumidor de maíz tampoco parece gozar del visto bueno trumpista. Tiempo al tiempo.
El caso de la soja refleja claramente las consecuencias del intervencionismo. Esta en caída libre en Chicago. Se estima que un 40% de la soja americana producida se destina a biodiesel (100 millones de toneladas). Y luego se habla de seguridad alimentaria y deforestación, pero eso es otro tema.
Si cae el petróleo, como está pasando, adivinen que pasa con el precio de la soja. Lo mismo ocurre con el bioethanol producido con maíz. Los fletes también se abaratan.
Sumamos a esto la caída del dólar = abaratamiento de las importaciones. En definitiva, los precios se van al carajo. Al final, los aranceles van a terminar siendo necesarios para subir los precios en nuestro viejo continente.
El análisis es largo y complejo. Sirva el caso de la soja y el maíz como ejemplo. Con el trigo se complica más la explicación pero la conclusión es la misma. ¿Con aranceles los precios suben? Sí y no para el mercado de granos. Los fondos de inversión venderán también sus posiciones compradas haciendo bajar los precios.