Pésimo balance ambiental de la media veda, según Ecologistas en Acción

Dice que ha detectado numerosas incidencias e irregularidades que afectan negativamente a las especies cinegéticas objeto de esta controvertida temporada especial de caza

Ecologistas en Acción ha registrado a lo largo de la media veda, cuyo periodo hábil acaba de terminar en la mayor parte de las comunidades autónomas, numerosas incidencias e irregularidades que afectan negativamente a las especies cinegéticas objeto de esta controvertida temporada especial de caza y a especies protegidas

Estas prácticas, a veces fraudulentas, otras veces simplemente delictivas, están extendidas, dicen desde la organización ecologista, por todo el Estado español, pero se concentran más en regiones como Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura, Andalucía, Castilla y León, Navarra o Aragón. En estas áreas se concentra buena parte la actividad cinegética en torno a la caza de la tórtola europea o común, la codorniz y la paloma torcaz, que son las especies objetivo de la media veda y que suelen ser abatidas desde puestos de caza durante el paso migratorio postnupcial.

Según Ecologistas en Acción, más allá de «la controversia no resuelta» acerca de que este periodo no se ajusta a la prohibición de cazar en época de cría, tal y como dictaminó el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla-La Mancha, en favor de las demandas de la organización ecologista (y motivo por el cual hay interpuestos recursos contencioso-administrativos en Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León o Navarra), la media veda es, aseguran, «una época en la que los desmanes en materia cinegética tienen cada día mayor impacto».

Entre las situaciones detectadas por Ecologistas en Acción, algunas de las más graves son los disparos a especies protegidas, hasta el punto de que por esta causa, apuntan, «se produce un incremento de entradas en los centros de recuperación, a pesar de que cada día es más difícil encontrar animales heridos o muertos porque cazadores y guardas los esconden». En 2016 ha sido llamativa la entrada de rapaces heridas en los centros de recuperación.

Entre las especies afectadas por los disparos Ecologistas ha detectado sobre todo rapaces medianas y pequeñas, pero también grandes águilas y búhos. «Un ejemplo reciente y dramático es el caso del halcón peregrino».

Asimismo, un problema importante para la organización ecologista son los cebaderos fraudulentos en la caza de la tórtola. Una práctica cada día más extendida, explican, para intentar garantizar que los clientes de las cacerías de esta especie cacen el máximo de tórtolas es la de establecer cebaderos para atraer a las aves y cazarlas a la entrada o salida del mismo. Las leyes autonómicas suelen permitir mejoras de los hábitats de alimentación, como siembras, pero no el cebado de zonas concretas para atraer la caza. Se considera una práctica fraudulenta, pues permite cazar más de la cuenta y dejar en desventaja a los cotos que no utilizan estas prácticas. Ecologistas en Acción ha localizado varios cotos en las provincias de Toledo, Ciudad Real, Madrid, Extremadura y el norte de Andalucía donde se realiza esta práctica.

Otros hechos graves

 

En su balance ambiental, Ecologistas en Acción detecta también que las especies tradicionales de la media veda «están en declive». De un tiempo a esta parte, señalan, las comunidades autónomas han ido permitiendo otras modalidades que habitualmente se practican en otras fechas.

Por último, la organización ecologista constata que no se planifican servicios de vigilancia. En provincias como Toledo y Ciudad Real, aseguran desde Ecologistas en Acción, «no se asignan servicios a los agentes medioambientales para controlar y denunciar a los infractores y así hay un clima de impunidad ante la desidia de los directores provinciales y de los técnicos encargados de la gestión cinegética».

Ecologistas en Acción recuerda que siempre ha tenido claro que la media veda es «una época perniciosa para especies en declive como la tórtola y la codorniz y para especies protegidas que son perseguidas por cazadores y guardas desalmados». Ahora denuncia también que el desorden que se ha impuesto tiene una causa estructural que debe atajarse, «la falta de
concienciación y de voluntad de aquellos que desde la Consejería tienen que velar por el cumplimiento de las leyes».

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