La desolación de fraguas. Eusebio García. Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha

Habría que revisar nuestros conceptos sobre las Zonas de Protección Especial en Suelo Rústico, para hacerlos compatibles con el desarrollo.

La sentencia en el caso de Fraguas, no nos ha dejado indiferentes a los arquitectos y urbanistas de la región, que vemos con preocupación cómo nuestros pueblos se quedan vacíos, sin actividad, sin jóvenes y por consiguiente, sin futuro.

La misma: seis jóvenes demandados por la Junta de comunidades de Castilla La Mancha por repoblar Fraguas, un pueblo abandonado de la Sierra Norte de Guadalajara, a un año y seis meses de cárcel, a una sanción de 16.380 €, y a pagar la demolición de las casas construidas sobre las ruinas en los últimos cinco años.

Según un informe de la FEMP padecemos una triple y dramática realidad: de un lado, la crisis demográfica; la cada vez más crítica situación de las provincias más azotadas, desde hace décadas, por la despoblación, como es nuestro caso; y la cada vez más preocupante situación de las áreas rurales, castigadas por el éxodo rural, por la falta de renovación generacional, por una pérdida continua de habitantes y un envejecimiento de sus censos.

¿Qué es lo que pasa entonces? ¿A qué se debe esta patente contradicción con el caso de Fraguas? Sin duda, es debido a la legislación urbanística y medioambiental de la Junta de Comunidades, y a la ideología ecológica y excesivamente proteccionista en que se ampara, que directamente impide, o dificulta de una manera insalvable y desproporcionada con las posibilidades del medio rural, la creación de actividad y riqueza en el Suelo Rústico.

Sería conveniente revisar nuestros conceptos sobre ecologismo y medioambiente y sobre las Zonas de Protección Especial en Suelo Rústico, con el fin de hacerlos compatibles con el desarrollo tecnológico y moderno del medio rural, algo que todavía no se ha intentado de una manera realista, y que no va a quedar más remedio que abordar.

El Instituto Nacional de Colonización, trató en la década de los años 50 un problema similar de despoblación de la España rural y éxodo a las grandes ciudades, que obtuvo cierto éxito con los llamados Pueblos de Colonización. Quizás hoy tengamos que volver a replantearnos algo parecido, adaptado a nuestra época, con la ayuda de las nuevas tecnologías que nos transportaría a todos a la Aldea Global, con las ventajas de la tranquilidad y ecología del campo manchego y sin los inconvenientes del tráfico y la contaminación de la gran ciudad.

Eusebio García Coronado.

Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha.

 

 

Publicidad

Dejar una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí