En el Tajo manda el Levante y desde el Gobierno lo permiten. Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía

El consejero murciano Del Amor marca las necesidades del Tajo como dueño y señor de sus aguas. Ximo Puig se reúne con Sánchez y garantiza el Trasvase. Mientras, al río Tajo se le sigue estafando con ventas de agua y la Fiscalía investiga la transformación de 2.000 hectáreas a regadío en el noroeste de la Región de Murcia. El supuesto encargado de defender los intereses de Castilla-La Mancha frente al Gobierno, el delegado González Ramos, se muestra optimista con la situación. Todo es fabuloso, dice la canción

“Llevan razón cuando dicen que tanto las necesidades del Tajo como las del Trasvase están a-seguradas, porque sólo velan por las necesidades de los regantes del Segura, ni siquiera por el propio río, que también se lo han cargado”, lamenta una vez más el presidente de los ribereños, Francisco Pérez Torrecilla.

No hace ni veinticuatro horas que la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía clamaba por las declaraciones del subdelegado de Gobierno, pero el expolio no tiene ni vergüenza, ni descanso. En declaraciones del delegado de Gobierno, su jefe, todo es fabuloso: “eso es tener las cosas claras y atender, por fin las demandas de unos y de otros, hacer las cosas con coherencia, en un marco de cambio climático y en el que la sequía se repite una y otra vez”, explicaba a los medios de comunicación González Ramos.

“Claro, porque hacer las cosas con coherencia es decir desde un primer momento que los trasvases tienen que ser algo extraordinario y marcarse un pleno desde que han tomado el control”, afirma con ironía Pérez Torrecilla. “No han perdonado una mísera gota de agua, a pesar de los numerosos episodios de lluvia en el Levante, a pesar de los portentosos desembalses de la cuenca del Segura”.

Mientras, en el mundo real, el diario murciano La Verdad desvela que la Agrupación de Comunidades de Regantes de Caravaca (Areca) ha denunciado la transformación de más de dos mil hectáreas de grandes fincas de secano en cultivos de regadío en Caravaca de la Cruz y Moratalla. Es decir, agricultores de los de verdad, de la huerta murciana tradicional, denuncian la situación. “No es una guerra entre comunidades, no es una persecución a la agricultura, lo que nos ocupa es un atentado ecológico contra el Tajo, contra el Segura, contra el Mar Menor y contra la agricultura tradicional, un dislate que sólo responde a los intereses de unas grandes corporaciones cuyo aporte al PIB o al empleo no es significativo; mucho menos frente a la ingente cantidad de dinero que nos ha costado hasta el momento a todos los españoles y su difícilmente reparable perjuicio al Medio Ambiente”, explica Pérez Torrecilla.

Pero desde la Asociación se muestran ‘tranquilos’. “Si desde Murcia el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Murcia dice que las necesidades del Tajo están aseguradas, nos quedamos ya mucho más tranquilos. Trataremos de explicárselo a nuestros vecinos cuando tengan que abastecerse con camiones cisterna o irse fuera a trabajar porque no tenemos ni regadíos, ni turismo; se lo explicaremos a nuestros amigos de Toledo, Talavera y Aranjuez, cuatro gatos, no se preocupen; a los portugueses incluso, y, por qué no, se lo explicaremos a la fauna del río, mientras nada entre espumas”, sentencia Torrecilla. “Eso sí, al espíritu del río Tajo, otrora orgulloso símbolo de nuestra nación, mejor no se lo explicaremos porque lo mismo nos dice que somos idiotas”.

Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía

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