La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ciudad Real ya advirtió en el mes de marzo de “las contraindicaciones y de la ineficacia de encharcar Las Tablas de Daimiel a través de los pozos de emergencia”.
Ahora, tras el anuncio de la reactivación de esta acción, indican que “el tiempo nos dado la razón, probándose que es inútil reflotar el agua subterránea a la superficie porque solo es cuestión de meses que el agua se vuelva a filtrar, por física y sentido común”. Además, es la opción menos aconsejable, medioambientalmente hablando, porque propicia una depresión del nivel freático en el entorno de estos pozos de emergencia y una salinización anormal del agua. La organización recuerda que con cada bombeo se pierde mucha agua por evaporación, esquilmando paulatinamente el acuífero. Una alternativa infructuosa que de reactivarse ASAJA Ciudad Real pedirá responsabilidades.
Trasvase
Indican que se necesita agua externa, y de forma urgente. La organización agraria exige que se acometa un trasvase desde la cabecera del Tajo, hasta la Tubería Manchega, a través del acueducto Tajo-Segura. ASAJA recuerda que las infraestructuras existen se encuentran en buen estado operativo, además de disponer en cabecera de recursos hídricos suficientes para derivar unos 20 hm3 de agua a Las Tablas. Además, es un trasvase que nadie tiene que aprobar, la Administración solo debe limitarse a cumplir la Ley aprobada hace 20 años.
Recuerdan que el pasado mes de febrero, el Patronato de Las Tablas aprobó casi por unanimidad la solicitud del trasvase para mantener el caudal ecológico y mejorar la situación ambiental del humedal manchego. Una petición que recogió la Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha y trasladó sin éxito a la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, que priorizó los trasvases al Levante, poniéndose sin embargo en marcha los bombeos en Las Tablas de Daimiel.
ASAJA Ciudad Real no descarta actuar por entender que se trata de una decisión política “estéril e improductiva, con la que pretenden engañar a la opinión pública mientras no cesan de exigir sacrificios a los regantes, reduciendo las dotaciones de agua a niveles que inhabilitan la actividad agraria en la zona, e invirtiendo irracionalmente las prioridades en el uso del agua disponible”.
Por último, la organización agraria insta a los ayuntamientos de los pueblos de toda la comarca de Daimiel afectados a romper su silencio y pronunciarse en favor del trasvase que puede salvar Las Tablas, aprovechando una infraestructura hidráulica que supuso una inversión de 200 millones de euros y está sin usar.