WWF reclama una reducción drástica de la extracción de agua para regadíos

En la zona del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, ante la situación del acuífero, y rechaza la puesta en marcha de la Tubería Manchega

Tablas de Daimiel

WWF ha pedido al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) que no avance en la transferencia del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha hasta que el Gobierno regional no adopte una nueva política agrícola que reduzca las extracciones de agua del acuífero y active un cambio en los sectores productivos de la zona hacia su sostenibilidad e independencia del agua.

Desde la organización ecologista indican que veintiséis años después de ser declarado oficialmente sobreexplotado, el acuífero de la Mancha Occidental, del que se alimenta el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, está en una situación “realmente dramática”, ya que el nivel del agua subterránea que necesita el ecosistema se sitúa casi por debajo de los 20 metros.

WWF considera que no existen garantías de que el traspaso del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel suponga una mejora, “ya que la Junta de Castilla-La Mancha sigue fomentando nuevos cultivos de regadío que suponen un consumo rígido y estructural de agua”. Además, añaden que “a pesar de la situación crítica no se han tomado medidas para reducir las extracciones, ni para acabar con las innumerables extracciones ilegales, tanto por sobrepasar el derecho de riego o por carecer de derecho”. A esta situación se añade que la Junta de Castilla-La Mancha ha solicitado públicamente la extracción de 100 hectómetros cúbicos adicionales para seguir manteniendo este modelo “totalmente insostenible”, lamentan.

WWF muestra también su total oposición a la intención de la Junta de Castilla-La Mancha de alimentar el acuífero artificialmente con el trasvase de aguas desde la denominada “Tubería Manchega”, procedente de la “mermada” cuenca del Alto Tajo.

Para WWF este es un “plan inaceptable y supone una huida hacia adelante que agravará aún más la situación del acuífero, ya que con ella se mantendrá la misma presión de extracción del regadío y se obstaculizará el abastecimiento natural del lugar de la descarga hídrica de los Ojos del Guadiana, donde debería manar el agua hacia Las Tablas”.

Por ello, la organización solicita retrasar la transferencia del Parque Nacional hasta que no exista un inicio de aporte de agua desde los Ojos del Guadiana y se amplíe su superficie protegida a través del Dominio Público Hidráulico de los ríos que le alimentan y de Montes de Utilidad Pública adyacentes.

WWF también pide reducir las extracciones de agua con medidas del Gobierno de Castilla-La Mancha que desincentiven y persigan los usos ilegales a través de las inspecciones de la Política Agraria Común. También que se adopten mecanismos de apoyo al secano en cultivos leñosos, que mejoren el valor añadido de la producción mediante el paso de los cultivos a régimen ecológico, el asesoramiento obligatorio y permanente al regante y la mejora de la rentabilidad por litro consumido en las cooperativas, entre otros.

Reforzar sistemas de control

Asimismo, WWF demanda al MITECO que refuerce los sistemas de control telemático, de campo y sanción de la Confederación Hidrográfica del Guadiana y mejore la Ley de Aguas para reforzar la prevención de la sobreexplotación de los acuíferos con penas que desincentiven las extracciones ilegales e impliquen con responsabilidad a las comunidades de usuarios en el control efectivo.

Es necesario que el Plan Hidrológico del Guadiana garantice que se cumplen los objetivos de buen estado ecológico que dicta la Directiva Marco del Agua y que consiga que 35 hm3 anuales de agua manen de los Ojos del Guadiana, ya que eso supondría que el Parque Nacional está vivo. Además, es necesario que las administraciones sigan comprando fincas con derechos de agua, apuntan.

 

 

 

 

 

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