El cambio climático y sus riesgos para la economía y los mercados financieros

Recomendaciones para enfrentar los riesgos climáticos emergentes

Huracán

En los últimos años se ha registrado la temporada de huracanes más activa desde que existen registros; incendios de proporciones históricas en zonas como California, Australia o el Pantanal brasileño; ciclones que elevan el nivel del mar y anegan ciudades costeras… Todos son fenómenos relacionados, en mayor o menor medida, con el cambio climático.

¿Qué riesgos supone el cambio climático para la economía y, en particular, para los mercados financieros?

Hace cinco años que el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) creó el Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) a petición de los líderes del G20. Su objetivo principal es contribuir a generar información veraz y objetiva sobre los riesgos del cambio climático, tanto por impactos meteorológicos directos como por cambios en las regulaciones, nuevos comportamientos en los consumidores o la aparición de tecnologías emergentes.

¿Qué es TCFD?

Entre 2017 y 2019, el cambio climático generó pérdidas económicas globales por valor de 640.000 millones de dólares, según el último informe del TCFD. De aquí a finales de siglo, los desastres derivados del calentamiento global y sus consecuencias pondrán en riesgo activos por valor de más de 43 billones de dólares. Pero ¿cómo evolucionarán estos riesgos, qué tipos de negocios sufrirán mayores impactos, qué cambios regulatorios se esperan?

El Task Force on Climate-related Financial Disclosures nació en 2015 para poner claridad y transparencia en un escenario plagado de incertidumbre. Está formado por un equipo de 31 expertos en finanzas y diferentes mercados, capitaneado por Michael Bloomberg.  Según el último informe de estatus del TCFD, más de 1.500 organizaciones apoyan ya esta iniciativa.

“Sin información financiera fiable relacionada con el clima, los mercados financieros no pueden valorar los riesgos y las oportunidades correctamente y pueden enfrentar una transición difícil hacia una economía baja en emisiones, con cambios repentinos de valor y sobrecostes desestabilizadores”, señalan desde TCFD.

El trabajo del TCFD para contribuir a la transparencia y la objetividad en el análisis de los riesgos climáticos se sustenta en cuatro pilares:

-Revisión estratégica.

-Establecimiento de una gobernanza eficaz para los asuntos climáticos y la sostenibilidad.

-Análisis detallado y modelado de escenarios futuros.

-Mejora en la información disponible y la divulgación de los riesgos climáticos.

Recomendaciones para enfrentar los riesgos climáticos emergentes

A través de estos cuatro pilares, uno de los primeros trabajos de calado del TCFD fue elaborar una serie de recomendaciones para que las organizaciones pudiesen comprender mejor los riesgos climáticos y cómo afectan o pueden afectar a sus activos e inversiones. Estas recomendaciones están destinadas a cualquier tipo de organización y, en particular, a aquellas con unos ingresos anuales superiores a 1.000 millones de dólares.

La estrategia. El TCFD recomienda que la organización divulgue los impactos reales y potenciales de los riesgos y oportunidades relacionados con el clima su negocio. Esa es la estrategia a seguir para adaptarse al nuevo escenario. Entre otros elementos, las organizaciones deben identificar los riesgos y las oportunidades en el futuro y analizar efectos a largo plazo mediante el estudio de diferentes escenarios probables (que varíen, por ejemplo, en función de las emisiones globales de gases de efecto invernadero).

La gobernanza. Los riesgos relacionados con el cambio climático deben formar parte de las decisiones de la empresa, deben integrarse como parte central de la gobernanza de la organización. Para ello, el TCFD recomienda publicar información sobre cómo se toman las decisiones relacionadas con el cambio del clima y cómo participa en ella la dirección e informar sobre cómo se están gestionando los riesgos climáticos y las oportunidades. Además, la plataforma recomienda que toda esta información forme parte de los informes financieros anuales.

Solo a través de la transparencia y el análisis objetivo es posible mitigar los riesgos climáticos e identificar las nuevas oportunidades

La gestión de los riesgos. La información sobre la gestión de riesgos climáticos debe integrarse de forma efectiva en la organización. Así, las organizaciones deben incluir en sus informes elementos como los procesos internos para identificar, evaluar y gestionar los riesgos relacionados con el clima o la forma en que estos procesos se integran en la gestión general de riesgos.

Las métricas y los objetivos. Por último, el TCFD recomienda a las organizaciones que sean claras en la información sobre las métricas y objetivos utilizados para gestionar los riesgos climáticos. Es una forma de probar que están preparadas para afrontar los desafíos futuros. Entre otros elementos que se recomienda publicar de forma transparente están las métricas y los objetivos utilizados, los objetivos expresados de forma clara, los plazos y tiempos marcados y los indicadores que se utilizan para medir la evolución de la organización.

Riesgos climáticos más claros y transparentes

En los últimos años, los informes climáticos y medioambientales de las organizaciones estaban centrados en cuál era el impacto de la compañía en su entorno. Sin embargo, a medida que se han ido constatando los riesgos emergentes relacionados con el cambio climático, las organizaciones deben ponerse en la piel de los inversores y plantearse cómo el entorno puede impactar en sus negocios y sus activos.

Solo a través de la transparencia y el análisis objetivo es posible mitigar los riesgos climáticos e identificar las nuevas oportunidades. Así, se podrá garantizar a largo plazo la estabilidad de los sistemas económicos y financieros globales y, en consecuencia, los sistemas sociales y geopolíticos.

Imagen: Pixabay

 

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