El sentir histórico de los agricultores sobre la Fuente de ‘El Podador’. Pedro Alcolea. Presidente de ASAJA Socuéllamos

1 de agosto de 1995. ASAJA Castilla-La Mancha convocó un Comité Ejecutivo Regional en Socuéllamos para valorar los problemas que causaba la sequía en la zona, que ocasionaba un efecto negativo de riego de viñedo con un impacto directo a nuestros agricultores y proveedores, a escala nacional e internacional.

Tras finalizar el comité, en el que se acordó de poner en marcha un encierro indefinido en el Ayuntamiento de Socuéllamos, participaron en el mismo los vecinos de la localidad y de otros municipios colindantes, distintas asociaciones y organizaciones públicas[1]privadas a escala nacional, representantes públicos, entre otros. Noventa y seis días estuvimos encerrados en el consistorio socuellamino, hasta que los gobiernos regionales y nacionales escucharon las protestas después de recogerse en medios de comunicación nacionales, abriendo portadas de periódicos y telediarios.

Este encierro tuvo un impacto ya no solo en los medios, sino también en el Congreso de los Diputados. Se consiguió cambiar la ley de ámbito nacional sobre la “prohibición del  riego de viñedo, recogido en el “Estatuto de la Viña, el vino y los alcoholes; se suprimió  3.000 millones de sanciones por haber regado durante los años de sequía (1993-1995); se abrió un plazo para inscribirse y regularizar los pozos, pasando de 3.000 hectáreas  reconocidas de riego a cerca de 17.000 hectáreas; créditos de hasta 4 millones de pesetas del aquél entonces por la sequía producida durante los años 1993-1995 (hasta dos años de carencia); y también, entre otras cuestiones, se abolieron cerca de 3.000 millones de pesetas en sanciones por regar para salvar nuestras plantaciones.

Y sí, todo se consiguió no solo gracias a la participación de ASAJA nacional, regional, provincial y local, sino por la colaboración de miles de vecinos, colocando a nuestro pueblo en el mapa con el gran triunfo que tuvo en aquel momento para la agricultura española. Cediendo su trabajo, tiempo y ocio durante 96 días para reivindicar y luchar por lo que era justo para el sector.

Por todo aquello expuesto, se pensó en realizar un monumento dedicado al logro de los agricultores de toda nuestra localidad. Y qué mejor que la estatura de un podador, mirando a “nuestra casa”, la Cooperativa Cristo de la Vega.

Años después, los problemas del agua eran un clamor popular y una preocupación de todos los agricultores. Se luchó y consiguieron grandes éxitos sobre este tema en todos nuestros pueblos de España. Es por ello que, el mejor reconocimiento vendría en el año 2010, donde se solicitó y se acordó por unanimidad, en consenso, de todos los representantes agrarios, trabajadores y de todos los agricultores, la creación de una fuente que representará todo lo conseguido con el agua, colocando en la parte superior la imagen de un podador, símbolo de triunfo y alegría con una esperanza de futuro. Sentir de muchos vecinos que lucharon en su momento, y que desgraciadamente hoy no están con nosotros para verlo.

Actualidad

La fuente de “El Podador”, símbolo de nuestro municipio, que representa la lucha por el agua y el trabajo de nuestros agricultores por los grandes avances que se consiguieron a escala nacional, hoy ha dejado de ser lo que simbolizaba. El consistorio ha tomado una decisión de inundar de tierra nuestra fuente, tal vez por su desconocimiento y escasa información del sentir de muchos que trabajamos en su día por el bienestar de nuestra localidad.

Es por ello que desde ASAJA Socuéllamos mostramos nuestro molestar, ya no por el nulo mantenimiento que se ha tenido durante la legislatura a esta fuente, sino también porque la solución podría haber sido otra. Pedimos que se retome y se restablezca el sentimiento de aquellos trabajadores que cedieron su tiempo. Todo se puede reformar, sin malas intenciones, con voluntad y fe, respetando y sin ofender a los vecinos y trabajadores.

Como presidente local de ASAJA Socuéllamos, pido a todos los partidos políticos con representación en la administración local, que tomen en consideración estas líneas, empaticen y entienda lo que supone para todos el emblema de la fuente de ‘El Podador’.

Más si cabe cuando hay fuentes que alegran en todas las localidades, y cuando se estropean, se arreglan y mantienen.

Del mismo modo, rogamos que se recupere dicha fuente. Los errores pueden corregirse, solo tiene que haber voluntad de reparación, más allá del ornamento, de los propios sentimientos y de la historia que todos hemos escrito juntos hasta el día de hoy.

Pedro Alcolea Quilez, presidente ASAJA Socuéllamos

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