Buena noticia para cereales y pienso: acuerdo entre empresas y estibadores en el puerto de Tarragona

Tras meses de conflicto

Puerto de Tarragona

Empresas y estibadores del puerto de Tarragona han llegado a un acuerdo para regular sus relaciones y ampliar la plantilla de trabajadores de este ámbito en el recinto. Esta ampliación, en dos fases, supondrá el aumento de un 34% de la capacidad actual de operar.

Además, empresas y trabajadores acordaron la asignación de un número fijo de estibadores por empresa estibadora, lo que permitirá una mayor garantía de servicio a los clientes. La parte social y las empresas también se han acordado otros cambios en la forma de organización del trabajo que van a redundar en esta mejora del servicio.

Normalidad en los muelles

El acuerdo alcanzado es un paso importante para recuperar la normalidad en los muelles tarraconenses. El refuerzo de la plantilla con nuevos efectivos permitirá contar con más herramientas para hacer frente a los picos de tráfico que periódicamente se producen en el Port de Tarragona, especialmente en la importación de cereales.

Un tráfico que en los últimos dos años está sufriendo las consecuencias de la sequía -la mala cosecha nacional obliga a importar más cereal- y la guerra en Ucrania que altera el flujo normal del comercio de cereales.

El año pasado, el Port de Tarragona batió el récord histórico de tráfico de cereales con 5,95 millones de toneladas y, este año, según varios agentes de la cadena logística se prevé que se supere esta cifra dado que la cosecha de cereal en España se estima que sólo alcanzará 9 millones de toneladas cuando, en un año normal, suele ser de 25 millones de toneladas. Por tanto, este acuerdo sienta las bases para poder afrontar con más garantías esta situación no habitual en el Puerto de Tarragona.

Desde ASFAC (Asociación Catalana de Fabricantes de Alimentos Compuestos); CESFAC (Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales); Accoe (Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España); Llotja de Cereales de Barcelona y AECEC (Asociación Española de Comercio Exterior de Cereales y Productos Análogos) venían reivindicando con urgencia la necesidad de una solución a corto plazo al conflicto de la estiba en Tarragona.

Estas organizaciones, defendían que el conflicto no sólo ha comportado importantes sobrecostes a los importadores, ya que la demora en las descargas de los barcos que transportan cereales y oleaginosas ha provocado que las empresas tuvieran que pagar una cantidad adicional a los armadores por los días extra anclados en las entradas del Puerto, sino incluso, algunos barcos han optado por desviarse a otros puertos cercanos donde poder descargar.

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