El técnico de la Agrupación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) de Guadalajara, Vicente Marqueta, ha realizado su análisis periódico del mercado de los cereales.
Marqueta afirma que no parece que el mercado de señales claras de cambio, imponiéndose la tendencia bajista a largo plazo desde los máximos de hace un año.
El posicionamiento de los fondos sigue siendo corto para las principales materias primas agrícolas, lo que quiere decir que no apuestan por subidas “jugosas” a largo plazo.
¿Puede esto cambiar? Si nos fijamos en el análisis fundamental, afectado por la climatología, la política y la economía, los hechos demuestran que ni las sequías, ni el conflicto del Mar Negro ni la subida de tipos, inflación y posible recesión presionen al dinero para moverse en la dirección alcista de las cotizaciones de commodities agrícolas y tiene esto mucho que ver con la fuerte oferta de los países exportadores.
Sin embargo, no en todos los casos. Los aceites (soja, colza, girasol…) y la proteína (soja) están más ajustados en la oferta y tan sólo la demanda más o menos fuerte podrá provocar alguna que otra sorpresa. Algo parecido ocurre con los trigos duros y los de fuerza. El índice dólar gana terreno, y eso tampoco ayuda a la subida de precios.
Mercado español
En España, se está a las puertas del otoño y del inicio de la siembra de colza, trigo y cebada y recolección de maíz y girasol. Momento para conocer los márgenes por ingresos de la campaña anterior y costes para la sementera de este próximo año agrícola que arranca.
Los precios de importación mandan y son a los que compra el fabricante en los puertos españoles, el cereal nacional le trae sin cuidado si no es más barato.
Orientativamente, y a trazo grueso, se puede establecer una media de 220, 230 y 240 euros para cebada, maíz y trigo, respectivamente, a día de hoy y hasta diciembre en el plazo largo.
No obstante, el mercado siempre puede traer sorpresas desagradables. Este ranking puede variar: el maíz disponible es el más caro (hasta llegada de cosecha sin duda), seguido de trigo y cebada.
Marqueta señala que «la bola de cristal no nos sabe decir si el trigo seguirá por encima del maíz en precio (cosa habitualmente lógica y normal) al igual que la cebada por debajo del maíz (situación más variable)».
