El 14,6 por ciento del territorio español está en emergencia por escasez de agua y el 27,4, en alerta

Según recoge el Informe sobre la Gestión de la Sequía en 2023, de los ministerios de Agricultura y Transición Ecológica

sequía

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), han presentado este martes al Consejo de Ministros el Informe sobre la Gestión de la Sequía en 2023.

El informe recoge que año hidrológico 2022/23 está teniendo un carácter globalmente seco en el conjunto de España: el 14,6% del territorio nacional está en emergencia por escasez de agua y el 27,4%, en alerta, debido a que la precipitación media global se sitúa un 17,1% por debajo del valor normal de referencia de los mismos meses del periodo de referencia 1991-2020.

Como consecuencia, la reserva en los embalses ha disminuido considerablemente en los últimos diez años. Los datos, a 12 de septiembre, muestran que los umbrales están especialmente bajos: la reserva hídrica española se encuentra al 37% con 20.734 hm3 acumulados, siendo las cuentas del Guadalquivir (19,1%) y las internas de Cataluña (23,3%) las que atraviesan una situación más grave. La DANA ha supuesto un alivio en algunas zonas, ha mejorado la humedad del suelo y ha servido para recuperar cierto volumen de almacenamiento, sin embargo, no ha solucionado los problemas existentes.

Inversiones en agua

La emergencia climática causa sequías cada vez más frecuentes e intensas y España está en una situación de mayor vulnerabilidad en comparación con otros Estados miembros de la Unión Europea. Esto requiere una respuesta robusta y eficaz por parte de las autoridades en la que la inversión pública se revela como pieza clave.

Consciente de esta necesidad, en el marco de los Planes Hidrológicos 2022-2027 el Ejecutivo prevén una inversión de 11.839 millones para impulsar la desalación y la reutilización, así como la eficiencia en el uso del recurso, a través de la mejora de las conducciones e infraestructuras de regulación.

A esta dotación se suman, además, 3.060 millones del PERTE de digitalización del agua, que impulsa el uso de nuevas tecnologías y “big data” y supondrá un avance cualitativo en la gestión del agua y las sequías.

Planes especiales de sequía españoles

Enmarcados en el contexto definido por los Planes Hidrológicos, los Planes Especiales de Sequía (PES) buscan minimizar los impactos ambientales, sociales y económicos de eventuales situaciones de sequía, optimizando la gestión de los recursos hídricos disponibles.

Los PES definen mecanismos para la previsión y detección de las situaciones de sequía, fijan umbrales de fases de gravedad, definen medidas para conseguir los objetivos específicos en cada fase y aseguran la transparencia y la participación pública en la elaboración y aplicación de estos. La gestión de la sequía este año se ha realizado fundamentalmente a través de los PES, buscando anticiparse a los impactos con la activación de las medidas previstas para cada escenario.

 

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