Estudian efecto de productos fitosanitarios sobre los huevos de perdiz roja

Existen evidencias científicas de que, en ambientes agrícolas, el consumo de semillas de siembra blindadas con productos fitosanitarios puede suponer un riesgo para la conservación de las aves granívoras. Pero esta no es la única vía por la que las aves asociadas a agroambientes pueden entrar en contacto con los fitosanitarios. Muchas de ellas, como la perdiz roja (Alectoris rufa), nidifican en el suelo, a menudo dentro de las zonas de los cultivos que son tratadas regularmente con diferentes fitosanitarios, fundamentalmente fungicidas o herbicidas de hoja ancha empleados para eliminar amapolas y otras dicotiledóneas de los campos de cereal.

Los huevos de estas aves pueden por tanto verse expuestos a la fumigación directa o a la difusión de los residuos de los fitosanitarios que pueden quedar en el suelo tras las aplicaciones. Se trata de una vía de exposición que apenas ha recibido atención. De hecho, el proceso de registro de productos fitosanitarios en la Unión Europea no considera la exposición de los huevos como un escenario de riesgo ecotoxicológico relevante, por lo que la toxicidad de los productos cuando entran en contacto con los huevos no forma parte de las pruebas rutinarias que se realizan con anterioridad a la aprobación de un fitosanitario para su uso.

Por ello, gracias al Proyecto REGRESEEDS, científicos del Grupo de Investigación en Toxicología de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), en colaboración con el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (IRIAF) de Castilla-La Mancha, han estudiado los efectos de la exposición de los huevos de perdiz roja a dos productos fitosanitarios: un herbicida de hoja ancha cuyo ingrediente activo es el 2,4-D y un fungicida cuyo ingrediente activo es el tebuconazol.

Ambos productos se encuentran entre los empleados en sus respectivas categorías para el tratamiento de los campos de cereal de secano en España, los cuales son, por otra parte, uno de los hábitats preferidos por las perdices para depositar sus huevos. En estos campos de cereal, la aplicación de productos fitosanitarios se realiza durante las primeras etapas del cultivo, pero a partir de un cierto estadio de desarrollo del cultivo, aproximadamente hacia principios de la primavera, el daño que la maquinaria causaría al cultivo sería demasiado grande, por lo que a partir de ese momento cesan las aplicaciones.

En base a ello, los investigadores simularon dos escenarios de exposición de cada uno de estos productos: un escenario de fumigación directa que sucedería si los nidos aparecen en los campos durante el periodo en que todavía se realizan aplicaciones, y otro escenario de exposición por contacto con suelos previamente tratados que sucedería cuando las aves nidifican tras concluir el periodo de aplicaciones.

Los resultados del estudio muestran que la acumulación de fitosanitarios en los huevos fue entre 3 y 14 veces superior en el escenario por fumigación que en el escenario por contacto con el suelo contaminado. La fumigación de los huevos redujo la supervivencia de los pollos que eclosionaban de dichos huevos. La tasa de mortalidad en animales procedentes de este escenario de fumigación fue de un 26% y un 24% superior a la de los controles en los tratamientos con tebuconazol y 2,4-D, respectivamente.

Este estudio pone de manifiesto la necesidad de considerar la exposición directa de los huevos a los fitosanitarios dentro de la preceptiva evaluación de riesgos que hay que realizar como parte del proceso de autorización de dichos productos. La falta de atención concreta a este escenario específico de exposición para las aves podría derivar en una subestimación de los riesgos derivados del uso de fitosanitarios para las poblaciones de aves asociadas a ambientes agrícolas.

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