Ante la reducción de caudales para riego que prevé el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en la cuenca del Tajo; el abandono de la provincia de Alicante por parte del Consell y la Generalitat en relación al plan hidrológico del Júcar; los bajos precios en origen por la inactividad de la Ley de Cadena Alimentaria; los acuerdos con terceros países para la importación de productos agrarios sin control y la escalada inasumible de precios de producción han motivado que ASAJA Alicante y todas las comunidades de regantes de la provincia retomen las movilizaciones en defensa del sector.
Así, el 10 de mayo, tractores y manifestantes tomarán la capital en defensa del campo y de su recurso más valioso: el agua. Por el mantenimiento del Tajo-Segura, la activación del Júcar-Vinalopó y el restablecimiento de las concesiones a los regantes del Vinalopó, es el lema.
«Están en juego miles de puestos de trabajo y cientos de millones del PIB provincial. Hemos apostado por el regadío sostenible, nos hemos hipotecado para varias generaciones con la modernización, hemos soportado una escalada de precios de fertilizantes, piensos, combustibles y energía sin precedentes y ahora el Ministerio nos da la puntilla cortando los trasvases. Basta ya, hay que tomar la calle de nuevo», declara José Vicente Andreu, presidente de ASAJA Alicante.
«Nos enfrentamos a un enemigo común: la desidia política de quienes nos gobiernan. Se toman decisiones que afectan al futuro del campo sin ningún tipo de rigor técnico. Y además, para legitimar sus posiciones intentan fragmentar a los agricultores y regantes con absoluta deslealtad. Es el momento de gritar basta y salir otra vez a la calle todos juntos», añade Andreu.
La tractorada convocada por ASAJA Alicante cuenta con el apoyo de la Junta Central de Regantes y Usuarios del Vinalopó, Riegos de Levante Margen Izquierda y Riegos de Levante Margen Derecha. La suma de asociados de estas entidades supera las 40.000 personas.
«La revisión del plan de cuenca del Júcar pone en peligro los 80 hectómetros cúbicos que teníamos asignados en el Alto y Medio Vinalopó. Ahora se decide enviarlos a la Albufera de Valencia y no está previsto en el nuevo plan que nos llegue agua», asegura Ángel Urbina, presidente de la Junta Central. «Nos unimos a la tractorada porque es necesario garantizar que el Júcar-Vinalopó tenga una concesión y no esté supeditada a sobrantes. Este trasvase ha costado 1.000 millones de euros que están dispuestos a tirar a la basura.
Son 400 millones para construirlo, de los que 120 son de Europa, a los que se suman 300 millones de postrasvase, 70 millones para elevaciones con fotovoltaica y más de 200 millones invertidos por los regantes en modernizar los regadíos. Estamos hipotecados durante los próximos 50 años y ahora resulta que sólo se comprometen a enviarnos agua sobrante mientras que en los planes del Ebro y del Guadalquivir sí que han escuchado a los agricultores para reducir los caudales ecológicos de los ríos. Vamos a la calle y luego a todos los tribunales que haga falta», asegura el presidente de los regantes del Vinalopó.
Trasvase Tajo-Segura
En relación al trasvase Tajo-Segura, la tractorada tiene por objetivo reivindicar la postura del agro alicantino para que no aumenten los caudales ecológicos en la cuenca del Tajo. «La propuesta del MITECO consiste en excluir el riego del trasvase y que sirva exclusivamente para abastecimiento. Si se confirma esta medida, la agricultura mediterránea que se produce en la Vega Baja morirá», advierte el presidente de ASAJA Alicante.