La importancia de la correcta gestión de residuos para generar un buen compost

compost

En el mundo actual reciclar es fundamental por diversos motivos, entre ellos, contribuir al desarrollo de una sociedad más sostenible. Y el sector agropecuario no es ajeno a ello.

En España hay empresas especializadas en todo tipo de gestión de residuos: orgánicos, peligrosos, industriales, lodos…, como Recytrans.

Los residuos orgánicos, o biorresiduos, son todo aquel residuo biodegradable procedente de jardines y parques, residuos alimenticios de cocinas o restaurantes y todo residuo similar de la industria alimentaria (estos de cereales, frutas, hojas, etcétera).

Recytrans es consciente de la creciente importancia que tienen estos residuos, no sólo por los costes que conllevan para las empresas que los generan sino también por la mayor actividad legislativa en torno a estos residuos.

Estos residuos, ya se presenten en estado sólido, pastosos como lodos y fangos o en estado líquido, deben tratarse de manera adecuada y segura, con el objetivo de su recuperación, valorización energética y/o compostaje.

El compostaje

El compostaje es una técnica mediante la que se crean las condiciones necesarias para que, a partir de residuos orgánicos, los organismos descomponedores fabriquen un abono de elevada calidad: el compost, abono de elevada calidad obtenido de la práctica del compostaje.

El compost con materia orgánica, resultado de un proceso biológico cuyo fin es estabilizar e higienizar los residuos orgánicos, es un magnífico fertilizante. Aunque sus usos y beneficios van más allá: reactiva suelos contaminados o degradados, ayuda a reciclar residuos sólidos urbanos, controla las plagas.

“En los suelos degradados, el compost aumenta la materia orgánica y la biomasa microbiana. Reactiva todos los ciclos biológicos del suelo, le devuelve la vida”, explica Pilar Bernal, presidenta de la Red Española de Compostaje.

Según el ‘Manual del compostaje’ de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el compostaje es la mezcla de materia orgánica en descomposición en condiciones aeróbicas que se emplea para mejorar la estructura del suelo y proporcionar nutrientes.

Según los reglamentos europeos puede producirse compost a partir de materiales como:

Residuos de la industria agroalimentaria.

-Restos forestales o agrícolas, con preferencia por los materiales leñosos. Suelen ser residuos con alto contenido en carbono.

-Estiércoles y purines. Es decir, las excreciones de los animales de ganadería, de contenido elevado en nitrógeno.

El compostaje es una práctica cada vez más extendida, tanto para aprovechamiento de los desechos agropecuarios como para el reciclaje de los residuos sólidos urbanos.

En España, por ejemplo, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, cada año se compostan más de 3,5 millones de toneladas de residuos orgánicos. En gran parte, el destino de este compost es, de nuevo, la agricultura.

“Se puede utilizar en la agricultura como enmienda de suelo, como material fertilizante de liberación lenta y para la preparación de sustratos de cultivo, en este caso mezclado con otros materiales como la turba, la perlita y la vermiculita”, explica Pilar Bernal. “También se usa en la restauración de suelos contaminados y como biofiltro, ya que tiene una actividad microbiana residual muy relevante”.

Es, además, un material clave en la agricultura ecológica y en la recuperación de terrenos degradados.

Imagen: Pixabay

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